10 de septiembre del 2021

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20:49 PM

Argentina

Día Internacional de la Prevención del Suicidio

Me enteré que existía este día hace algunos años, en 2017 exactamente.

Antes no tenía idea de lo que se conmemoraba todos los 10 de septiembre.

Para muchxs es una fecha insignificante, para mí no. Este día provoca en mí el recuerdo de muchas cosas de mí pasado, las cuales me siguen produciendo dolor.

28 de agosto de 2015, un antes y después en mí vida. Es el día en el que tuve mí primer ataque de pánico.

El tiempo fue pasando y a la ansiedad y el pánico se le sumó, años después, la maldita depresión.

Creo que la depresión es lo peor que le puede pasar a una persona, es estar sumergido en un pozo del cual uno cree que no puede salir, es sentir un vacío en el alma, es estar muerto en vida, es dormir horas y horas con la esperanza de no despertarse nunca más para acabar con ese sufrimiento que nos invade profundamente.

Durante la depresión tuve pensamientos suicidas, lamentablemente es algo recurrente cuando una persona se encuentra en ese estado.

Estos pensamientos se resumen en la idea de terminar con ese dolor que nos consume todo el tiempo, significa sentir un enojo indescriptible contra nosotros por no superar eso que nos aturde tanto, es querer hacernos daño por la culpa que nos genera no poder enfrentar aquello que nos pasa. Es difícil de explicar o de entender, pero uno cuando tiene depresión tiene ganas de morirse, cree que está solo y está convencido de que no hay solución para sus problemas.

Se perfectamente lo que es vivir asi.

En este período de mí vida tuve la suerte de contar con atención psicológica y psiquiátrica.
Estuvieron a mí lado excelentes profesionales que me ayudaron a tiempo y lograron que no cometa ninguna locura.

Gracias a mí psicóloga pude entender que el suicidio nunca va a ser la solución para terminar con nuestro sufrimiento, solo causa más dolor y un daño irreparable a nuestra persona, familia y amigos. Aunque sea difícil y lleve tiempo, el proceso de sanar nuestra mente es posible.

Comprendí que la solución no era la muerte, sino enfrentar mis problemas, y que con fuerza, voluntad y ayuda, podía salir adelante.

No podemos controlar nuestro pasado ni futuro, pero si podemos ser responsables de nuestro presente.

Si queres salir de ese sufrimiento y crees que no podes hacerlo solo, tenés que encontrar la manera de buscar ayuda, porque estoy segura de que nadie quiere vivir en un sufrimiento eterno, hay que luchar para conseguir el bienestar y la paz que necesitamos.

No es fácil salir de esta situación, es un proceso de altibajos y de mucho tiempo, pero hay que saber que uno nunca está solx, siempre hay alguien dispuesto a ayudar, listo para escucharnos, puede ser un amigo, un familiar, un profesional, una organización, etc.

Tenemos que comprender y entender que la solución nunca es la muerte, sino enfrentar nuestros problemas, buscar ayuda y con fuerza, voluntad y acompañamiento vamos a salir adelante.

21:27 PM

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Lula

Escribo para sanarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora