Nunca digas nunca ||Kai Parker y tú || [ +18]

Capítulo 30 || Parte 1

Hoy y siempre

_______ Petrova

—¿Seguros que pueden con esto?—le pregunto dudosa a Rebekah y Elijah.

—Tranquila, me comprometo a ser el tutor que se necesita—dice Kol entrando a la habitación.

Sí claro Kol tu primer nombre es Niñero y tu apellido es Responsable

—Ahora me siento aún más preocupada—digo haciendo que Kol dramatice su gesto de ofendido.

—Ve _______, recuerda por quien lo haces—dice Elijah mientras Rebekah me empuja hasta la puerta sin dejarme alegar alguna otra cosa.

Camino hasta aquel lugar sagrado en las tierras de Grecia, el imponente templo se levanta frente mis ojos, la vegetación que recubre sus alrededores daba la perfecta postal de un paisaje sacado de un libro de fantasía.

El olor a magia es espléndido

No hay desgaste alguno en la estructura que lo haga ver deteriorado pero es el diseño el que te hace notar su antigüedad.

Piso el primer escalón y un escalofrío recorre por mi espina dorsal avisando que estamos dentro, atravieso el pórtico y puedo observar un inmenso espejo de bordes dorados abarcando toda la pared y auntie mi se presenta...

El reflejo de la verdad

Giro mi cuerpo en dirección a este contemplando mi reflejo, el verdadero reflejo, un mismo cuerpo dividido en dos, aquellas dos partes que han sabido coexistir de alguna retorcida manera.

Una parece irradiar más que el sol y la otra parecía estar en llamas, era simplemente la respuesta al enigma de ¿Quién soy?

El sonido del piano llega hasta mis oídos devolviéndome a la realidad, recorro el pasillo hasta el salón de sacrificios que me indicó Klaus, mis dedos se deslizan por el barandal de piedra a mi izquierda, la vista del jardín es fantástica.

Empujo las puertas de la madera y me encamino hasta el altar de sacrificios en el centro, camino con la seguridad de que obtendré la victoria y cada paso parece un portal de recuerdos.

Los corazones rotos

Los bailes, el karaoke

Las torturas  en el calabozo

El día del parto

Hemos estado juntas desde hace más de dos décadas, he armado líos y Madness siempre supo como traer la victoría.

Incluso estuve en tu funeral

En efecto, asistimos a mi funeral

Observé como aconteció  todo desde oculta en un rincón de la parte superior de la iglesia.

Tan presente y tan ajena

Muchas personas que nunca conocí asistieron al lugar y lloraron como si de verdad lo hubiesen hecho.

Malachai fue el primero en pararse al púlpito con un semblante destrozado, sus ojos se encontraban hinchados y unas profundas ojeras los acompañaban, su atuendo era impecable pero su aspecto delataba el dolor, el pecho me dolía tanto al ver esa imagen que desde gritarle que estaba ahí, que estaba con vida.

Pero sin dolor no hay lección, aún no es tiempo.

Kai no me había valorado y ahora pagaría las consecuencias de ello.

Así es muñeca

Mi tristeza se volvió coraje cuando oí lo que salía de sus labios salían, tantas cosas que nunca tuvo el coraje de decirme en la cara, me lleno de ira, habló de mí como una excelente persona y compañera, expresó el lío que solía ser con enigmas elucientes e inteligentes, contó del amor que había profanado y exaltó la fidelidad.