· cɑpítulo 50 ·

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— ¡¿Las despidieron?! — Serim podría hundirse en los ojos agrandados que hizo Sihyeon al darle la noticia.

— Sí — dijo Serim dejando salir un suspiro —, al parecer las encontraron besándose en la sala de maestros. El director no tardo en darse cuenta — la menor cerro su casillero y dejó caer la mirada —. Extrañare a la señorita Kim, pero ya sabes como esta escuela trata esos temas.

— Tienes razón — contestó Sihyeon decepcionada —. Es una lastima, dudo que consigan una mejor entrenadora que Moon — señaló —. Pero cambiando de tema, ¿como te fue con Mia?

— No quiero hablar de eso — respondió rápido.

— E-esta bien — Sihyeon se aturdió con la repentina respuesta de la menor, pero decidió no insistir.

— Y que hay de ti con...

Sihyeon apretó los párpados antes de que Serim pudiera terminar, quiso esconder su enrojecimiento y retraer lo más posible cualquier tipo de evidencia facial.

— No hemos hablado desde ayer — dijo al fin.

— ¿De verdad? ¿Por qué?

— No lo sé — intento no sonar tan triste como se sentía —, pero no importa — aclaró —. ¿Almorzamos? — dijo evadiendo el tema lo más posible.

— Sí, solo dejame ir a la clase de la maestra Min un rato, necesito pedirle algo.

— Okay te espero aquí.

Vio a Serim alejarse.

Golpeaba el suelo con el pie repetidas veces esperando con ansias que su amiga regresara, si se encontraba a alguien indeseable preferiría no estar sola cuando pasara.

Hundió su rostros en el cuaderno abierto que tenía en la mano y alzaba la mirada de vez en cuando esperando ver la silueta de la pelinegra, pero en vez de encontrarse con la menor vio a Jiwon a lo lejos.

Tenía el cabello arreglado en dos coletas, con un listón azul en cada una. Caían sobre sus hombros con gracia, como cascadas perfectas dignas de ser admiradas. Sus ojos estaban igual de brillantes que siempre, su sonrisa tan amigable y hermosa no se borraba de su rostro. Había cambiado su color de labial, ahora era un rojo suave, casi imperceptible, se camuflaba a la perfección con el color natural de sus labios.

Era imposible para Sihyeon despegar la vista.

Justo por esto no quería encontrarsela.

Necesitaria de un poder sobrenatural para que quitara su atención de esa chica, y de su bella piel, y su iluminado rostro, y sus suaves y cálidos lab-

— ¡Sihyeon, hola! — el brusco saludo de Hwan saco a la castaña de su trance casi de inmediato.

— H-hola — a pesar de ello, la pequeña figura de la rubia aún era visible por sobre el hombro del chico, intento concentrarse en lo que el mayor le queria decir pero Jiwon ese día era más que una simple distracción.

— Disculpa que te moleste — se excusó entre risas nerviosas — pero quería saber si tenías planes para este sábado.

La vista de Sihyeon viajaba de Jiwon a Hwan repetidas veces tratando de disimular.

— ¿Eh?, no ¿por qué?

— Es que... tu sabes... — mencionaba Hwan entrecortado mientras se acariciaba la nuca — digo obviamente si sabes, es la fiesta de tu amiga...

— ¿Ajá? — dejó salir, sin poderle prestar atención de lleno al chico.

— ... Pues quería saber si tu... Ehm...¿ya tenías a alguien para ir?

Sihyeon negó con la cabeza, pretendiendo que le importaba lo que decía.

— Oh, bueno, pues, uhm. ¿Te gustaría ir conmigo?

Sihyeon no captó por completo la pregunta de Hwan, estaba inmersa en la imagen de Jiwon frente a ella. Pero en eso Seoho apareció, casi como una entidad en una película de terror, haciéndole pasar un mal rato al protagonista.

Jiwon en cuanto lo vio dio un salto de emoción para poder alcanzar sus labios y besarlo tiernamente.

Sihyeon debía sentirse triste, pero estaba molesta. Su ceño se frunció y su mirada se apagó, indignada. Sabía que esa escena quedaría impregnada en su cerebro.

Su enojo se plasmó en su semblante, incluso asustando a Hwan un poco.

— Sí — dijo de golpe —. Me encantaría ir contigo a la fiesta — recitó fuerte y claro esperando que Jiwon escuchase.

Los ojos de Hwan se iluminaron — ¿de verdad?

Sihyeon afirmo con un movimiento leve.

— E-esta bien — balbuceó el chico —, gr-gracias.

Sihyeon giro sobre sus talones rápidamente y se alejó de Hwan, queriendo en realidad dejar atras lo que había presenciado.

Quería patalear, rodar en el piso e incluso reclamarle.

Pero no se rebajaría a ello, dejaría que Jiwon jugara como quisiese pero si creía que Sihyeon solo agacharia la cabeza, estaba muy equivocada.

perdón por la pérdida🥀

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⠀𝑱𝒂𝒓𝒅𝒊𝒏 𝒅𝒆 𝑺𝒖𝒔𝒑𝒊𝒓𝒐𝒔 ִֶָ  𝐸𝑣𝑒𝑟𝑔𝑙𝑜𝑤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora