Capítulo 4

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Un rey muy atrevido.

El recorrido por todo el palacio fue sumamente cansado, realmente me sorprendía que pudieran tener aquella cantidad de habitaciones y todas del tamaño de la mía ¿para qué querían tanta cosa si jamás tenían huéspedes? Ni siquiera los hostales y hoteles tenían esa cantidad de habitaciones, de eso estaba seguro.

¡Era absurdo!

—¿Y bien? ¿Qué te pareció nuestra humilde casa? —preguntó NamJoon mientras se sentaba frente a mí, nos encontrábamos en uno de los jardines que tenían, el más grande probablemente, había allí una fuente y una piscina, algo que todavía no me quedaba claro por qué no mezclaban.

En mi mente también había agregado un bar, si ya exageraban con cantidades ¿por qué no meter un bar de por medio en una piscina. Deberían de contratarme como su decorador.

—Pues, es muy grande, realmente me dejó sorprendido —dije riendo un poco, por supuesto que no diría todo lo que había pensado sobre cantidades absurdas de habitaciones y muebles—, gracias —vi al beta que nos trajo el jarra con agua simple— ¿No sufren sus empleados al limpiar o cosas así? Digo... debe ser bastante difícil mantener todo esto reluciente.

—Ya están acostumbrados, realmente la mayoría trabajan con nuestra familia desde nacimiento, es muy raro que alguien venga por fuera a pedir trabajo. Solo los guardias lo hacen, y aún así pasan por un filtro bastante pesado.

—Oh, ya veo —bebí un poco de agua pensando en cuánta gente sufría por mantener todo perfecto, aunque también asumía que debían de tener más de diez personas en limpieza.

—Pero vamos, suficiente del castillo, cuéntame sobre ti Jimin ¿desde cuándo te dedicas a ser gitano?

—Lo soy desde nacimiento, nacemos gitanos en realidad, nunca he conocido a alguien que decida cambiar a ser gitano.

—Ya veo... ¿y tu manada ha tenido muchos problemas con otras?

—Solo con un par realmente, siempre nos han corrido más que nada porque los habitantes inventan cosas como que robamos y eso, pero, mi familia es honrada y compramos todo lo que necesitamos con el dinero que nos dan en cada presentación.

—Ya veo... realmente son como todos nosotros ¿cierto?

—Sí —le sonreí amablemente— ¿tienes alguna pregunta Jungkook? No pude evitar notar que no me has quitado la mirada de encima desde que tomaste asiento —lo vi con una algo irritada sonrisa.

—¿Hay algún problema con que te vea mientras hablas?

—Me resulta algo incómodo cuando la mirada es algo intensa.

—¿Crees que tengo una mirada intensa?

Mis mejillas ardieron en esos instantes y me maldije por ello, estúpido Jungkook.

—Pues, casi todos los alfas tienen esa clase de mirada, no debería de sorprenderte que te digan algo así —intenté justificarme—, aunque estoy seguro de que incluso los alfas sufren con tu mirada —murmuré.

Una risa escapó de los labios de Jungkook y pronto NamJoon se aclaró la garganta.

—Veo que tú y mi hermano se llevan bastante bien —dijo con curiosa emoción.

—Pues, nos llevamos de manera neutral, no es como que seamos amigos de la vida la verdad —contesté encogiéndome de hombros.

—Bueno, es que Kook no suele ser tan bromista con los demás, por eso me extraña que sea tan divertido contigo —dijo entre risas—, usualmente solo es abierto conmigo, ya sabes, los beneficios que tiene un hermano mayor ¿o no, Kookie? —preguntó el rubio revolviendo el cabello de Jungkook.

Pude notar como las mejillas de Jungkook se colorearon en ese instante y no pude evitar soltar una risita.

—Me alegro de caerle bien a Jungkook —respondí con alegría.

Cuando la noche llegó al fin pude retirarme a mi habitación, para mi suerte NamJoon le dijo a Jungkook que me dejaran descansar en paz. Verdaderamente no entendía a ese alfa, parecía una garrapata conmigo.

—Vaya complejos que tienen los alfas ―pensé antes de caer dormido.

Al día siguiente fue mi primer ensayo, el cual no fue muy cómodo, prácticamente todos los empleados estaban pegados al vidrio que separaba la sala de ensayo de ellos; estaba acostumbrado a que me vieran muchas personas, pero no durante los ensayos, era simplemente extraño.

Respiré profundamente y seguí moviéndome al ritmo de la música, tenía que poner por lo menos la mitad de la coreografía y pulirla, me gustaba trabajar de aquella manera.

―Bailas muy bien ―escuché a NamJoon poniéndome un tanto nervioso por ello.

―Gracias, realmente es algo que he hecho toda mi vida así que... sería malo que no lo hiciera bien ―dije entre avergonzadas risas mientras bebía un poco de agua― ¿Qué lo trae por aquí, su al... NamJoon?

―Curiosidad realmente, quería ver cómo ensayarías —respondió con una amable sonrisa—, y también venía a preguntarte si...

—¿Si?

Podía notar cierta vergüenza en su mirada y aroma, incluso sus mejillas se tornaron ligeramente rojizas, algo que me dio cierta ternura.

—Si te gustaría salir conmigo en un paseo por la ciudad en un rato —dijo finalmente sonriéndome, realmente tenía una sonrisa linda—, si no es que estás ocupado claro.

—No, no tengo nada que hacer, y me encantaría acompañarlo, sería bueno tener un "recorrido oficial" por la ciudad —dije con una amable sonrisa—, imagino que vendrá el joven Jungkook con nosotros ¿verdad?

—Oh, no, él tuvo que salir, me parece que iba de visita al reino vecino, ya sabes, cosas que un noble tiene que hacer a veces —dijo riendo con suavidad—, es molesto para nosotros atender muchas cosas a la vez.

Agradecía infinitamente que Jungkook no fuera a estar, sin embargo, eso estaba dándome una espina algo rara.

—Ya veo, ya veo, esperemos que le vaya bien entonces. No queremos que cause una guerra —me atreví a bromear soltando una pequeña risita.

—¡Ciertamente! Sino tendría que ir preparando todo —dijo siguiendo la broma provocando que me diera una enorme ternura, NamJoon era algo torpe para bromear— Bueno, así que, te veo en... ¿una hora en la entrada del palacio?

—Que sean dos, me tardo un poco en arreglar y todo eso.

NamJoon soltó una risita provocando que yo también lo hiciera.

—Está bien, entonces nos vemos en dos horas —hizo una pequeña reverencia y yo lo imité. Cuando se dio la vuelta y comenzó a caminar casi tropezó por lo que solté otra pequeña risa tapando mi boca—. A-Así camino, sí —dijo aquel alfa volteando a verme.

—Está bien, todos tenemos maneras de caminar diferentes.

Una vez que se fue suspiré aliviado y toqué mi pecho, podía sentir los latidos desembocados.

El rey me había invitado a una cita.

Danza del Vientre ➳ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora