Cuando te hayas ido

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N/A: ¡Hola!, esta es la primera vez que trabajo con Urd y Saito, aunque para conveniencia de la historia llamaremos a Saito Rígr, al igual que el pequeño cambio de escenario. Estoy escribiendo esto desde que salió el 105, pero lo había abandonado y me alegra compartir el producto final. Espero que os pueda gustar incluso la canción, sin más que decir, disfruten.

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"No puedo decirte que no me importaría si mueres ahora... Porque la verdad es que deseo vivir para siempre en tu pequeño corazón".

Ienai - RADWIMPS


El Primer Progenitor, el Primer Vampiro, Shikama Doji. Son muchas las formas en que se conoce a la misma criatura, pero ninguna define realmente lo que sea que es.

En cambio, para Urd Geales y Rígr Stafford, es Padre. A pesar de no compartir rasgos genéticos, ambos hombres fueron acogidos, además de educados bajo el yugo de aquel ser misterioso y arrogante, incapaz de sentir verdadera apreciación por sus seguidores más fieles. ¿Qué podrían haber esperado? A menos que le sea de utilidad, ha de abandonar a cualquiera. Ese fue el destino del que no pudieron huir.

¡Rígr! —gritó apresurado mientras corría en búsqueda del mencionado—, ¡Rígr, ¿dónde estás?! —se quejó de nuevo, cada vez más desesperado.

Urd ya lo sabía, lo supo desde el principio, pero creyó que con el paso del tiempo tal vez las cosas cambiarían. Tal vez si se esforzaba lo suficiente él haría que cambiara de opinión...

Por primera vez desde que se convirtió en un vampiro Urd sintió como el miedo se expandía por su cuerpo; su vista estaba mareada, su respiración agitada, incluso podría jurar ahí mismo que su corazón volvió a ejercer sus funciones más vitales exprimiendo lo que quedase de su alma.

Atravesó el enorme palacio rumano en búsqueda de su más preciado compañero, sin éxito. Sólo quedaba un lugar por registrar... A lo lejos disipó la figura del hombre que perseguía, justo frente a la entrada principal, encaminado a usarla como salida.

El primero se ha ido —susurró una vez que estuvo suficientemente cerca para ser escuchado—, ¿estás yéndote... Rígr?

El hombre frente a él ni siquiera se molestó en darse la vuelta para verse a la cara, aunque sí detuvo su paso. Fue atrapado en el acto, no tenía forma de negarlo ni necesidad de hacerlo.

Ya lo sé —respondió tajante.

No respondiste a mi pregunta. Dime, ¿te vas para perseguirlo? —seguían sin hacer contacto visual, eso lo ponía nervioso. Estaba allí de pie, a unos pasos de alcanzar o perder su mayor sueño, debía ser cuidadoso— ¿Qué crees que puedes hacer?

¿Qué crees que puedes hacer quedándote?

Urd trató de hacerle entender, de explicarle que si se quedaban juntos podrían manejar la utopía que con tanto esfuerzo habían levantado. Juntos, debían hacerlo juntos porque sólo así podrían sobrepasarlo. ¿Era cierto?, eso no importaba realmente, aunque siempre es mejor cuando se comparte una carga tan pesada. Pero Rígr parecía no querer escuchar, seguía necio a marcharse y ni siquiera osaba darle una razón.

Vamos, no te molestes —giró sobre su eje apenas para dejar que su sonrisa se asomara—. No es como si te estuviera abandonando.

Cuán inconsciente estaba siendo. Decir que al irse no lo abandonaría no era en nada diferente a la mentira piadosa que se le dice a un niño para evitar que llore, que sufra.

Cuando te hayas ido - [Rígurd - OnS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora