NO NECESITO UN HÉROE NECESITO UN PADRE

Amenazas del pasado

Narrador Omnisciente:

Era un día normal para el hijo de Bruce Wayne en la escuela la última clase de el día acababa de terminar y el chico se dirigía a su casillero mientras su amigo Jon le hablaba de el torneo de esgrima que habría en dos semanas mientras él le contestaba  algunas veces con un "sí" o un "no" mientras caminaban por el pasillo hasta llegar a el casillero de el joven murciélago pero cuando esté lo abrió los libros se le cayeron y sus ojos se agrandaron al ver algo dentro de el casillero.

      Dentro de el casillero había una daga de empuñadura negra y hoja roja que tenía un poco de líquido carmín en la punta, Damián cerró el casillero antes de que Jon viera lo que había dentro y se arrodilló para levantar los libros que segundos antes había tirado.

– Damián ¿Pasa algo?– Pregunto Jon algo preocupado por la expresión de su amigo el cual noto que se había puesto pálido.

– No nada– le respondió Damián con un tono seco pero a la vez angustiado antes de salir corriendo hacia la salida la escuela.

Damián corrió hacia la limosina abrió la puerta y rápidamente se subió en el vehículo.

– Amo Damián sucede algo?– Dijo Alfred en el asiento de el conductor al notar la angustia de su nieto.

– no pasa nada Alfred– dijo recuperando el aliento.

    El mayordomo sabía que el chico mentía pero decidió no insistir por lo encendió el auto para dirigirse a la mansión.

    todo el camino a la mansión fue silencioso gracias a que Damián estuvo todo el camino con la mirada abajo mientras balanceaba sus manos si mirar fijamente al el mayordomo. Al llegar Damián se bajó de la limosina y fue directamente a su habitación, donde se tiró en la cama y se cubrió la boca para no ahogar un grito mientras lloraba silenciosamente.

        Tras unos minutos de llorar amargamente aún con los ojos hinchados se seco las lágrimas y se dirijo a el baño para darse una ducha de unos 30 minutos.

        Después de ducharse Damián agarro un pequeña cuchilla que estaba a el extremo de el lavabo y hizo algunos cortes en su piel, salió de el baño con una toalla atada a la cintura, se puso una camiseta negra de mangas largas con cuello de tortuga y unos jean oscuros, luego de cambiarse   el pelinegro se quedó mirando a la ventana de brazos cruzados con la mirada perdida en el oscuro cielo nublado de gótica hasta que una voz interrumpió el silencio que los pensamientos de el joven murciélago tapaba.

– Damián, Bruce quiere que bajes a cenar– Dijo la alegre voz de Dick Grayson el cual estaba acostado sobre el marco de la puerta .

– Dile que no tengo hambre– dijo Damián sin siquiera mirar a el primer Robin.

– Vamos toda la familia está reunida– dijo Dick.

– Te dije que no tengo hambre– le respondió aún sin mirarlo el murciélago.

– Damián por favor baja– Insistió el mayor.

– agh ok– Respondió Damián sabiendo que seguiría insistiendo.

Dick asintió y dejó la habitación seguido de Damián tras un suspiro.

En la cena la mesa estaba llena de temas triviales que pasaban por todos los miembros de el clan murciélago a excepción de su más joven integrante el cual solo jugaba con la comida que había en su plató lo cual fue notado por el caballero de la noche y los robin's.

– No vas a comer?– Pregunto Tim viendo que el plato estaba tan lleno como se había servido.

– No– dijo empujando un poco el plato de comida– no tengo hambre.