TIME TRAVELLER ♕︎Billy Hargrove♕︎

13- "LA VERDAD"

Livie despertó desconcertada por la situación en la que se encontraba. Billy estaba dormido sobre el sillón de su habitación. Recordaba haber hablado con el rubio y haber "arreglado" sus problemas, pero no constaba en su memoria ninguna escena en la que ninguno se hubiera dormido. Decidió que lo mejor sería despertar al chico y preguntarle a él.

Susurró su nombre repetidas veces mientras sacudía su brazo.

- ¿Qué hora es?- preguntó Billy.

- Las cinco.- contestó la pelinegra.- ¿Qué haces aquí? ¿Cuándo nos dormimos?

- Tú te dormiste, yo me senté aquí y me quedé dormido. Fin de la historia.

- Bien... ¡Espera!- exclamó repentinamente Livie.- ¡Me olvidé!- gritó,corriendo hacia el armario.

- ¿Qué pasa?- preguntó Billy levantándose del sillón.- ¿Estás bien?- Se acercó a la chica despacio.

- ¡No!- gritó está preocupada.- ¡Tengo que ir a trabajar!- añadió apartándose del rubio y avanzando hacia la puerta.- ¡Tengo que irme!

- Te llevo.- ofreció Billy acercándose igualmente a la puerta.

- No, puedo ir sola.

- ¿Segura? La cafetería está como a 40 minutos andando. No seas terca, venga.

- ¡Agh! ¡Está bien!- accedió Livie saliendo de la habitación. Espero a Billy y cerró la puerta con llave.

Bajaron por las escaleras corriendo y salieron del hotel de igual forma. Billy guió a Livie hasta el coche y cada uno se dejó caer en un asiento. El rubio arrancó e coche y pisó el acelerador con más fuerza de la permitida. En tan solo 5 minutos llegaron a su destino, y la pelinegra bajó del coche para entrar en la cafetería.

Rodeó la barra y entró en la cocina para buscar a alguna de las dueñas. Encontró a la mayor, que le había dicho que se llamaba Tiffany, saliendo de la cocina con una bandeja llena de bollos.

- Llegas tarde.- dijo sin dejar de caminar.

- Lo sé y lo siento. Me quedé dormida y se me pasó el tiempo.- confesó Livie.

- Te lo perdonaré hoy porque es tu primer día, pero que no vuelva a pasar.

- Prometido.

- Coge tu uniforme en el baño y empieza a servir café.

Livie entró al baño y cogió su uniforme. Era una camisa blanca con el logo de la cafetería, una falda roja y un mandil negro. Se cambió y salió para empezar a trabajar.

Una vez fuera buscó a Linda, la otra chica, para preguntar qué debía hacer. Finalmente la encontró y le dijo que sirviera  a la gente.

Había tres chicas sentadas en una mesa al fondo. Se acercó para preguntar.

- Hola, bienvenidas.- las adolescentes la miraron graciosas.- ¿Qué vais a tomar?- Dos de las jóvenes se miraron y rieron. Si Livie no estuviera trabajando y tuviera buenos modales, estaba segura de que se les lanzaría encima sin piedad.

- ¿Qué nos recomiendas?- preguntó una castaña con un pelo voluminoso y rizado.

- Bueno, tenemos el postre del día. Es pastel de zanahoria con crema de queso.- dijo Livie deseando dar por finalizada la conversación.

- Sí, pero Tina no puede comer queso.- habló ahora una de las otras chicas. Esta era pelirroja.

- Entonces puedo quitarle la crema.- ofreció la pelinegra.

- No.- dijo de nuevo la castaña.- No me serviría.- Con que ella era Tina...- ¿Qué más tienes?

- También tenemos croissants. Los hay rellenos de chocolate, mermelada, nata, o sin nada.