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—Dean, Owen está aquí —me informa uno de los guardias que custodian la puerta principal

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—Dean, Owen está aquí —me informa uno de los guardias que custodian la puerta principal.

—Que pase.

Me encontraba en el despacho de Sam, supervisando a los nuevos guerreros que llegarán esta temporada para entrenarlos.

—Dean, qué bien que por fin te encuentro. Algo anda mal —Owen se sienta en las sillas que están enfrente del escritorio.

Sus pupilas estaban completamente dilatadas, se notaba que estaba nervioso.

—¿Qué pasa?

Owen empezó a temblar, moviendo sus pies con nerviosismo.

—Dios, Dean —se levanta y empieza a caminar por todo el despacho. —Desde que Samantha y Serena tuvieron esa visión que me contaron, me han estado pasando cosas inexplicables. —Posa sus manos en el escritorio, conectando sus ojos con los míos. —Mis ojos empezaron a sangrar, Dean, ¡a sangrar!

—¿Qué? Carlos —llamé al hombre de seguridad. —Necesito a Cira ya, es una urgencia. —El muchacho asiente y sale corriendo. Por la puerta aparece Nina.

—Dean, hijo, ¿qué pasó?

—No sé, pero ayúdame a ponerlo en el sofá.

Owen estaba al borde de perder el sentido, sudaba profusamente, y aunque sea difícil de creer, nunca vi a un vampiro sudar tanto como él en estos instantes.

—Dean, Cira está aquí —entra Carlos, informándome, y detrás de él entra Cira con Zac a su derecha.

El que faltaba.

—¿Pero qué le pasó? —pregunta Cira angustiada, tomándole la temperatura.

—Yo no sé, él llegó aquí y me comentó que estaba así desde que Serena y Sam tuvieron la visión. Además, me dijo que sus ojos sangraban.

Cira se pone pálida en su sitio.

Algo debe saber esta bruja.

—Zac, pásame la corteza de sauce blanco y pónselo en la frente. Nina, trae estas plantas.

La vieja curandera le pasa a Nina un papel para que busque las plantas.

—Dean, debemos hablar. —agrega Cira.

Salimos de la sala.

—¿Qué sabes? —Sueno directo, pero esta mujer y sus secretos me ponen de mal humor.

—Es necesario que la Alpha venga lo más rápido posible. Hay una antigua leyenda que habla sobre el lobo de hueso y el hijo de la noche. —Cira hace una pausa. —El lupus bone llama por medio de visiones al hijo de la noche para que le lleve la llave del infierno y la sangre de la tierra. Solo los verdaderos líderes de su pueblo tienen esta maldición a sus hombros.

—Por la diosa Luna. —Es lo único que puedo decir por la impresión.

—Serena es la reina de las hadas, plantas en sí de la tierra. Owen es el rey de los vampiros y, por último, Samantha es la Alpha de la manada. El destino ya estaba escrito para esas criaturas, mucho antes de que los lobos pudieran llevar la fiesta en paz con los vampiros.

WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora