Me emocionaba cada vez que lo veía, mi corazón se aceleraba cada vez que lo tenía cerca, él era como el polo opuesto para el imán que eran mis ojos los cuales se quedaban fijos en él cada que lo tenía enfrente, su sonrisa era como un sueño y él era demasiado lindo como para ser real. Con el paso de los días me di cuenta de que algo podía haber ente nosotros, hubieron un par de señales, pero no las tomé como tal hasta que a una cita me invitó y luego empezamos a hablar por mensajes, se veía como un caballero y me trataba bien y eso me emocionó más, pero una noche después de eso él empezó el tan famoso juego de preguntas, él me pidió empezar y yo con gusto acepté y le pregunté por sus sueños y ambiciones, en primera él respondió con chistes o con sarcasmo, luego me daba la respuesta real y tenía metas bastante buenas y envidiables, pero a la hora de querer continuar e intercambiar roles su actitud por completo cambió, por un momento sentí que lo desconocía, su rudeza y su frialdad lo hacían ver como otra persona y no como aquel dulce chico que conocí aquella tarde de febrero, la verdad eso me desanimó, pero luego recordé las palabras que alguna vez escuché, todos tenemos una máscara puesta y algunas son más visibles que otras, esas máscaras solo son la apariencia y la imagen que le proyectamos al mundo, pero debajo de esta se esconde quiénes somos en realidad, además, así de rápido como caen las hojas en otoño así mismo se puede desmoronar la imagen que tenías de alguien.
Winter.
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Pensamientos de una persona inactiva
ChickLitun pequeño espacio donde deposito mis pensamientos, escritos y de vez en cuando me desahogo.