seokjin estaba llorando.
no era uno de aquellos llantos donde gritabas hasta desgarrar tu garganta, o en el que hay un nudo en tu pecho que no te permite respirar. tampoco era uno de esos donde moquearas demasiado a tal punto de obstruir tus oídos.
no, era uno de esos llantos silenciosos, donde las lágrimas escurren suavemente por tu rostro marcando su camino a través de tus mejillas, acariciando con parsimonia la piel que tenían a su alcance. sin hipidos bajitos o sollozos pausados. no, era de aquellos de los que no eras consciente o, al menos, no hasta que podías saborear las gotas saladas en la carne de tus labios.
seokjin ni siquiera trato de detener el llanto, dejando fluir las lágrimas con total libertad sin miedo a nada.
y es que así era, en esa fría noche se permitió llorar todo lo que oprimía a su mente y corazón mientras veía el hermoso paisaje taciturno que los ángeles le regalaba a sus cansados ojos. estaba recargado sobre la pared, abrazando sus piernas sobre su pecho y recostando la cabeza en sus brazos en un vano intento de obtener calor.
y entonces pensó y pensó, su mente iba de aquí para allá sin darle un descanso.
recordó entonces todas las veces que debió esconderse en los baños de la empresa durante largos y extensos ensayos solo para recuperar el aire.
recordó todas las noches de insomnio que pasó solo, creyendo que éstas nunca tendrían fin y él estaría condenado a una vida llena cansancio, temiendo la llegada de la noche.
recordó el peso que sentía sobre él, aquel que le asfixiaba por ser el mayor del grupo. seokjin sabía que siempre debía velar por el cuidado del grupo. porque aquellos chicos eran más que sus compañeros de trabajo, eran su familia y los amaba con todo su corazón.
recordó todas las ocasiones en que velo por ellos y sus sueños, esos días cuando estaban tan cansados que solo querían dormir durante semanas enteras, y él los consentía preparando todo un buffet para la cena incluso cuando le era imposible mantenerse de pie porque seokjin siempre debía esforzarse el triple para no arruinar el trabajo de los demás. para no hacerles sentir decepcionados. ellos habían puesto toda su confianza en él, no podía fallar aún cuando quisiera hacerlo.
recordó entonces todas las veces en que sus amigos vinieron a él en búsqueda de un consejo o recomendación, cuando el mundo les sobrepasaba y venían a sus cálidos brazos buscando un lugar seguro. recordó todas y cada una de ellas.
recordó las noches donde y su hombro fueron paño de lágrimas durante largas horas, cuando brindo amor incondicional para su familia cuidándolos de sus propios temores, para darles la seguridad que necesitaban para hacer las cosas por más temerosas que fuesen.
porque ellos siempre iban a tener a alguien con quién contar, porque siempre tendrían a su "jin hyung" dispuesto a protegerlos de todo y todos. velando por su bienestar y siendo capaz de reparar sus ilusiones y corazones rotos aún cuando eso implicara romperse a sí mismo para reunir los trozos faltantes en la felicidad ajena.
era su deber cuidar de sus menores, así que tenía que mantenerse fuerte para luchar contra viento y marea.
ellos siempre recurrirían a él pero, ¿cuando seokjin se siente así, roto e insuficiente con miedo a afrentar al mundo... él a dónde iba?
atrás habían quedado los días donde daba sonrisas brillantes y sinceras, días en los que sus ojos brillaban de una muy hermosa manera y podía reír sin culpas.
seokjin suspiró y levantó su mano para secar sus lágrimas con la manga del gigante sweater que traía puesto. siendo obvio que aquella prenda de gran tamaño no le pertenecía. sostuvo su cabeza con ambas manos tratando de menguar el fuerte dolor de su sienes.
quería descansar, pero su mente no le daba un respiro.
cerró los ojos cuando sintió el perfume de su persona especial inundar sus sentidos, se dejó cargar por esos fuertes brazos y se acurrucó contra el pecho del menor.
jungkook lo estuvo observando en silencio durante quién sabe cuánto tiempo. el menor se se fijo en los rasgos ajenos, tan definidos pero a la vez tan delicados que quería tocarlos para asegurarse que eran reales.
jungkook le comparó como una entidad omnipresente, existiendo pero sin estar ahí realmente. sí, su hyung estaba acurrucado sobre él pero lo notaba tan distante, sentía que miles de kilómetros los mantenía alejados a pesar de estar juntos sobre esa mullida cama.
entonces se acercó y presionó un beso en la frente ajena pues según seokjin, era la más suave y verdadera prueba de afecto y amor que podría existir.
ㅡtodo estará bien, yeobo ㅡmurmuro, casi siendo un susurro ㅡte tengo.
y seokjin le creyó, porque jungkook no mentía.
nunca lo hacía. no había razones.
por eso pronto todo va a estar bien.
él va a estar bien, pero aún no sabe cuándo será.
ㅡlo sé, cariño. gracias.
un beso fue todo lo que necesito para caer rendido a losbrazosde morfeo, durmiendo profundamente.
logrando dormir luego de haber peleado exhaustivamente contra su propia mente.
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us and them » jinkook
Fanfictionseokjin está cansado, pero tiene a jungkook a su lado.