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[FINAL]

El nuevo día trajo consigo cierta paz en el pequeño grupo, donde incluso estando agotados y entre muchas otras personas, los turistas a salvo en el gran salón mientras eran atendidos, SeHun arrastró al pelirrojo hasta un sector apartado al no poder esperar más, necesitando terriblemente tener sus manos sobre la suave piel del mayor, no tardando mucho en ello; LuHan jadeó sorprendido, viéndose atrapado junto a un montón de cajas, como si fuera un déjà vu de meses pasados, retorciéndose entre los brazos del menor cuando sintió las ásperas manos meterse dentro de sus pantalones y por debajo de su camiseta. 

—¿Que crees que estás haciendo, sucio pervertido? –gimió, sin poner resistencia en absoluto, disfrutando tal vez demasiado las caricias sobre su piel, echándole la culpa a la adrenalina que sintieron ese día ante las reacciones de su cuerpo ahora; estaba excitado, sintiendo como su cavidad se humedecía cada vez más en los minutos que corrían, y el menor ni siquiera había tocado tan abajo como para tenerlo de esa manera, empero los besos en su cuello eran una de sus mayores debilidades, unas que el pelinegro conocía muy bien.– No deberíamos… Estoy sucio; sería mejor tomar una ducha, y después… Uhg, después podríamos… Oh dios. –jadeó, arqueandose contra el duro cuerpo contrario cuando finalmente su erección fue tocada, muy brevemente, antes de seguir más abajo y hundir bruscamente los dedos en la húmeda entrada.

—No esperaremos tanto, solo mírate… Estás tan mojado para mí. –gruñó contra su oído, riendo cuando el mayor chilló, echando sus brazos hacia atrás en lo que se arqueaba y rodeaba su cuello; LuHan tenía varios puntos débiles, entre ellos su cuello y las palabras sucias, siendo algo que descubrieron juntos entre sus contados encuentros, y fue así como alejó sus manos del mayor, solo durante un segundo en lo que retiraba la ropa del mayor y lo recostaba sobre las cajas, haciéndole separar aún más sus piernas.– Lo siento, mi amor, pero no puedo esperar un minuto más; sé que pasó un tiempo, y seré lo más cuidadoso posible, pero ahora te necesito. –admitió jadeante, recibiendo un único asentimiento por parte del mayor antes de dejar su erección libre.

LuHan tembló de anticipación, esperando a que lo tomara de una vez, mordiendo sus labios cuando el menor frotó la cabeza de su miembro contra la húmeda cavidad, jadeando un simple “Por favor…” antes de hundir su cabeza entre las cajas, arqueandose cuando él comenzó a ingresar; prácticamente podía sentir cada vena palpitante, su grosor expandiendolo cada vez más, hasta estar completamente lleno con su miembro, provocando que hundiera sus uñas en las cajas y se parase sobre puntitas para alzarse aún más, para que su trasero fuera capaz de tomarlo correctamente, deseando tocar el cielo nuevamente.

Y sí, lo hizo.

SeHun lo sujetó con fuerza de las caderas, sonriendo ante el desastre que eran sus pantalones y ropa interior, enrollados hasta las rodillas para darle paso libre a todo lo que él quisiera hacer, y claramente uso eso a su favor cuando comenzó a golpear dentro de aquella ardiente cavidad; ambos podían oír como la húmedad del doncel parecía haberse vuelto loca, escurriendose ante la excitación y provocando obscenos sonidos cada vez que el alto golpeaba, y no lo hacía con verdadero cuidado, él se empujaba con fuerza hasta conseguir los gritos ahogados del mayor, abusando de su próstata lo máximo posible, yendo incluso más allá al golpear un punto aún más sensible, logrando que el mayor chillara con fuerza, alzándose sobre sus manos mientras era duramente penetrado.

—SeHun… No estamos usando condón. –gimió el pelirrojo, sus ojos brillantes ante las lágrimas, el placer siendo tanto que sus piernas temblorosas apenas si parecían aguantar su peso; SeHun murmuró un “Ya lo sé.” mientras seguía su ritmo, ingresando bruscamente en él hasta conseguir más jadeos y cortos gritos de placer.– E-Ese es mi… Estás muy dentro. –añadió, gimoteando ante su “Ya lo sé, estoy planeando embarazarte en este momento.”, poco antes de que los empujes se volvieran más salvajes, irregulares conforme más se acercaban a su clímax.– Mierda, también lo quiero… Por favor, córrete dentro.

Jurassic World: Mundo jurásico «HunHan»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora