Maldito sea el día que me enamoré de otro
Mientras que tú, mi Romeo, doblaste la esquina evitando nuestro hermoso encuentro.
Tuve que sufrir por ambos, estando con un personaje terceario, teniendo que fingir ser su princesa que necesitaba ser rescatada. Un personaje que veía ser superior a los protagonistas de esta historia, tuve que arrodillarme a sus pies.
Creyendo que eras tú, me enamoré de otro personaje, este me engaño, pero no lo culpo, te estaba buscando mientras estaba con él, por lo que estaba en todo derecho de irse con otra. Pero ¿Por qué con mi amiga del alma?
¿Era ese el castigo de no seguirte o el castigo de buscarte en otro personaje? Ella era mi segunda prioridad y aún así me traicionó, me pregunto si esta historia se basa en traiciones cercanas a la protagonista, no me gusta sentir traición y menos de mis amadas amigas.
Oh, mi Romeo, no quiero sonar mala pero espero la estés pasando mal al igual que yo, fue tu culpa doblar la esquina. Ahora yo también estoy siendo castigada por tu error, ojalá te rompas una pierna y llores como niño regañado por sus padres.
Mi tren volvió en marcha, intentando retomar la búsqueda de tu estación, Romeo, ¿De verdad eres un Romeo?