Cuando volvimos con las llamadas y los mensajes diarios, comenzó un nuevo año, 2020, el año que comenzó de la peor manera para mí; estaba tan acostumbrada a los malos días que no me di cuenta de lo que venía por mí, ese primero de enero.
Comenzamos ese año en una casa que no era mía, era de una parte lejana de mi familia y por eso mismo no estaba mi mamá, ella no era tan aceptada ahí. Por mucho que pedí quedarme en casa, no me dejaron.
Fue horrible estar en un lugar y que entre charla y charla llegaron al tema de los "inmorales", de aquellos que no debían de estar juntos, los criticaron sin siquiera saber que había una persona que amaba a alguien igual a ella.
Ese día, mientras estaba en un cuarto que no era el mío, acostada viendo al techo, comencé a pensar en muchas cosas, mis pensamientos se volvieron más ruidosos y simplemente no sabía qué hacer para callarlos.
Uno de esos pensamientos iba dirigido a ti, esa voz fue la que más me llamó la atención, fue a la que dejé reproduciendo por, casi, toda la noche. Creo que es evidente que no logré dormir esa noche.
Había aceptado estar enamorada de ti, pero siempre que me preguntaban si me gustaba alguien lo negaba, se sentía mal saber que no quería negarte e inconscientemente lo hacía, otra vez parecía estar en negación y no quería pasar por eso... No otra vez.
Sin darme cuenta, una semana en esa casa me había afectado, quería regresar a mi casa, al lugar donde me sentía segura en las cuatro paredes, que desde hace años estaban para escuchar mis secretos.
Aunque lo que sí debo de decir es que, sabía que una vez regresara, te enojarías conmigo. Mi familia siempre le había gustado el alcohol y en fiestas importantes había. Yo tomaba en ese momento, secretamente; pero igual te lo contaría.
Cuando regresé a casa, simplemente le admití a mi mamá algo, me gustaba alguien. Ella estaba feliz, me dijo que si me gustaba lo enamorara, me dio la idea de enamorarte.
Esperé casi una hora de conversación tranquila, para admitirte que había tomado, que durante esos días para dormir tomaba poco, a pesar de tener buena resistencia, sabía que no debía volver a depender de ello para estar calmada y pensando en ti solo tomaba un trago.
Sinceramente, me regañaste por mucho rato, le dijiste a otras chicas, amigas en común, ellas también me regañaron, aparte de ti, ellas eran las únicas que sabían todo lo que había pasado y siendo casi unas hermanas para mí, me pidieron que no lo hiciera seguido.
Sabía que te preocupabas de que volviera a depender de eso para poder dormir, yo te dije que no sería así, había vuelto a casa y lo único que necesitaba para dormir bien era escuchar tu voz en llamada o audios cantando de mis amigas, Parabatai's como nos habíamos apodado.
Después de eso, dije irme a dormir, sinceramente tenía todavía algo de alcohol que había tomado en mi sangre y tenía miedo decir o escribir algo de lo que me pudiera arrepentir.
Sentía algo por su amiga, lo acepté en cuatro paredes y con alcohol en mis venas, sonreí viendo al techo, sabía que hacia lo correcto, sabía que estaba bien, esa noche se sintió libre en ese pequeño cuarto y lo dijo en un grito silencioso.
Luego las cosas siguieron tranquilas, le hablaba a mi princesa todos los días y se iba enamorando más de esa princesa, en serio ansiaba poder amarla, deseaba abrazarla, cosa que no era posible ahora, quería simplemente besarla.
Aunque aceptarlo una noche, sumando el hecho de haberlo hecho teniendo alcohol, no significaba que lo aceptara al día siguiente, cuando ya su mente estaba más despierta, e hizo algo que nunca pensó hacer, salió con alguien sin sentir nada.
Fingió, durante unos 3 días, fingió hacer lo que todos hacen cuando se enamoran, cuando él le hablaba, se ponía algo nerviosa o jugaba mucho con su cabello, deseaba estar con esa persona. Eso pensaban los demás y ayudaron a que estuvieran juntos.
Una amiga en común, le dijo al chico que a ella también le gustaba, un día antes de su cumpleaños, él se confesó y ella lo acepto, en el interior sabía que estaba mal, que no debía de usar esa relación como experimento... Con el fin de saber qué sentía realmente.
Fueron solo tres semanas, tuvieron 2 citas y nada más, él terminó esa relación en el recreo del colegio y sin darse cuenta comenzó a llorar, no lloraba por la ruptura, lloraba porque pensó en su princesa.
Durante esas tres semanas ella no le había contado nada de estar en una relación, experimento, le llamaba en el fondo. Simplemente siguió como si no estuviera en algo, su princesa no tenía que enterarse de eso nunca.
Ella siguió con las llamadas a su amiga, las horas que le tendría que dar a su novio, nunca se las dio, prefirió dejárselas siempre a su amiga, con ella si se sentía nerviosa, con ella se sonrojaba sin darse cuenta. Con ella sentía todo lo que había fingido sentir por alguien que apenas conocía, ella tenía todo su cariño, ella la conocía desde hace años, la ayudaba siempre que tenía algún ataque y le aceptaba las llamadas de la madrugada.
La princesa que, sin darse cuenta encontró, era la persona más perfecta en el mundo, la más empática y la chica que más le hacía sentir en el mundo, o hasta ahora ella era.
Pensó en ella, saber que ya no estaba con nadie la hacía pensar en una oportunidad con ella, si hace unos meses hubiera pasado estaría simplemente tranquila, pero esta vez estaba emocionada, ella lo había aceptado noches antes.
Ahora tenía que decirlo, tal vez solo expresarlo, pero aceptar por una parte no hace que todo se vuelva más fácil. Ella sabía que su princesa era religiosa, su princesa era fiel y si en lo que ella creía decía que estaba mal, ella lo miraba mal.
Aunque también ella sabía que había escuchado decirle, "te amo, mi niña", y por muy ligero que fuera, simplemente pensó que tendría que lograr que ella lo aceptara también.
Se estaba arriesgando mucho
Y solo para enamorar a su princesa
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Amor Prohibido
Short StoryElla lo negó Ella lo acepto luego Ella se dio cuenta, debía de enamorarla Ella luego fue y se confesó Ella fue correspondida Comenzaron a estar juntas Ella quería gritarla Ella quería presumirla Ella quería hacerla sentir segura Ella estaba con su p...