Octavo Idilio

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⠀⠀Recobrando la consciencia repentinamente, solo se dio cuenta de la traslucidez de las blancas cortinas por el cálido pero molesto sol que vulneraba impúdicamente sus deseos de seguir durmiendo

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⠀⠀Recobrando la consciencia repentinamente, solo se dio cuenta de la traslucidez de las blancas cortinas por el cálido pero molesto sol que vulneraba impúdicamente sus deseos de seguir durmiendo. Trató de moverse para cerrarlas, mas un agarre firme lo retenía con vehemente anhelo, receloso ante la más mínima amenaza de tomar distancia. 

⠀⠀Decidido a dejarse seducir ante la muestra de afecto, volvió a acomodarse, aprisionándose contra la calidez de su amante. Sus ojos se cerraron lentamente en clara muestra de disfrute, repasando con cada placer sensorial la plenitud que JungKook le brindaba sin ningún esfuerzo. 

⠀⠀De pronto, el cabello largo de JungKook hizo contacto con la suave piel de su rostro, picoso y molesto. Su mirada curiosa se abrió al asalto, pero se quedó embobado ante la idea de capturar cada detalle posible del rostro perfecto ante él. 

⠀⠀Las comisuras de los labios ajenos se curvaron, y prontamente sobresalieron sus blancos dientes de conejo, que tanto lo caracterizaban. Los ojos del menor también se abrieron, y cuando sus miradas chocaron la dicha fue mutua. 

⠀⠀—¿Estoy siendo observado?   

⠀⠀—Hmmm… ¿Quizá? —jugueteó JiMin, sin desviar su atención en ningún momento—. Si es así, ¿Qué harás al respecto, eh? 

⠀⠀Ante el reto, eligió entonces JungKook, que el movimiento más prudente sería rehuir de su escrutinio, girando sobre su eje para terminar encima del cuerpo más pequeño, atrapándolo entre el colchón y su anatomía. Su rostro se ubicó en el espacio libre entre el cuello y el hombro de JiMin, repentinamente interesado por canalizar más su olor en sus recuerdos. 

⠀⠀—¡Hey! No te muevas —protestó JiMin, pellizcando sus costillas a forma de regaño infantil—. Quiero seguir viéndote. —Las mejillas de JungKook se tiñeron de un tenue rosa, que solo acentuó el deseo de escrutarlo dentro de JiMin. 

⠀⠀—No disfruto especialmente de que observen mi rostro —explicó, su voz ahogada por la almohada. 

⠀⠀—¿Por qué? 

⠀⠀—Tengo 19 años, y acné —respondió en un susurro para después voltearse, quedando boca arriba en la cama—. Aunque naturalmente tengo el conocimiento de que la apariencia física no es lo más importante y que de hecho solo es un reflejo de lo que somos realmente si hablamos del alma, no quita que me sienta inseguro ante mis “imperfecciones”. —Hizo comillas con los dedos. 

⠀⠀—Wow… 

⠀⠀—¿Qué? —JungKook lo observó frunciendo el ceño, algo confundido ante la impresión de su mayor. 

⠀⠀—Solo… me sorprende que puedas admitir tus defectos de forma tan simple. Yo ni siquiera pienso en eso porque me deprimo. 

⠀⠀—Para mí las inseguridades no son defectos. En algún punto, te ayudan a mejorar y ser más fuerte, si eres capaz de aprovecharlas. No existe un humano sin inseguridades. Y ya que las tenemos para toda la vida decidí aceptarlas, vivir con ellas. En algún momento las superaré. 

Jamais Vu •• KookMin ••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora