Capítulo 16: La bondad de los dioses.

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Advertencia: Agresión sexual, sangre y asesinato. Se recomienda absoluta discreción.
Se que puede ser un tema delicado para algunas personas, así que colocare asteriscos en donde inicia y en donde termina la escena de la primera parte de esta advertencia que podría considerarse lo más pesado, no influye en la trama.

Cuando recupero la conciencia y sus ojos perdieron la bruma, se encontró recostado sobre el suelo de una leñera abandonada; sus manos y pies estaban atados con unas estúpidas cuerdas y un pañuelo descansaba al interior de su boca, que el Jin no du...

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Cuando recupero la conciencia y sus ojos perdieron la bruma, se encontró recostado sobre el suelo de una leñera abandonada; sus manos y pies estaban atados con unas estúpidas cuerdas y un pañuelo descansaba al interior de su boca, que el Jin no dudo ni un segundo en escupir. Hada estaba a su lado, inerte. Solo entonces dejo que el pánico lo inundara; con la punta de sus pies inmovilizados intento mover a su fiel amiga, pero ella no reaccionaba.
Jin Ling intento usar su energía espiritual para liberarse e invocar a Suihua, pero fue en vano, ya que tarde se dio cuenta que sus meridianos habían sido bloqueados.

Forcejeo con las cuerdas por un tiempo, pero solo logro apretarlas un poco más. Era una estupidez, ¿Quien había hecho esos malditos nudos?.

—Deja de hacer eso.

¿Y como no se dio cuenta que alguien más estaba ahí?.

—Tsk, ¿Como lograron traerme hasta aquí sin que mi perro o yo lo notaramos?— a pesar del tono hastiado con el que hablaba, en realidad estaba un poco confundido, ni siquiera recuerda nada después de haber escalado el árbol.

—Sencillo. A tu perro le colocamos un hechizo. Y bueno, tu te quedaste dormida después de llorar. Así que todo fue muy fácil, supongo que debería agradecértelo.

—¿¡COMO TE ATREVISTE A TOCAR A MÍ...

Un sonido sordo se abrió paso en el lugar y un ardor punzante lleno la mejilla izquierda del lider de Lanling Jin.

"Ojalá ese pobre bastardo no lo hubiera hecho"

—Eres un fastidio— una sonrisa asquerosa adornaba el rostro de ese hombre— Cállate ya, maldita perra.

La bofetada había dolido solo un poco, pero aun así, Jin Ling se encargaría de hacer sufrir a esa persona cien veces más. Ahora solo el pensamiento de asesinar a ese idiota por atreverse a tocarlo y por hacerle daño a Hada brotaba de él.

—Tu eres el bastardo al que le rompí su brazo aquella noche, ¿no?.

El Jin ya había desarrollado una técnica en esos escasos segundos. Su primer paso sería provocarlo.

—Te ves igual de patético que aquella vez, por eso te recuerdo tan bien— Jin Ling soltó una risita llena de cinismo— ¿Porque estás tan obsesionado conmigo, eh?, ¿Acaso tu pobre esposa aborrece tanto el tocarte y por eso buscas atención en otros lados?.

—¡Cállate puta! — el hombre se acerco peligrosamente, alzando su mano para volver a golpear a Jin Ling.

El paso dos ya estaba casi completo: hacer que se acerque.

Jade Dorado (Zhuiling)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora