Era una agonía incesante, pero finalmente aquel descuidado chico se despertó de tal profundo sueño. Su chica de mala gana abrió los ojos, le miraba de refilón.
— Mierda, tú padre compraba todos los donuts del mundo para después quemarlos.
— Te quiero tonto. — La chica rodó los ojos para besarlo en la frente — Yo no dejaría que eso pasará, ponte las batas mi marrano, deberíamos irnos de aquí. — Comentario de parejas, su novio más que un insulto le devolvía el gesto tierno.
Pestañeo un momento, efectivamente, tal suavidad no podía ser su cama, ni el exagerado conjunto de rojos, definitivamente estaba en el cuarto de la chica.
El lugar está patas arriba, apestando a frutas y dios sabe que era lo que se asomaba en el cazón. Para sustos, era solo era lencería blanca, pronto se calmó.
— Alguien tomo de más anoche — Empezó a reír la castaña para acariciar el pelo. Su chico se dejaba, le gustaba.
— Si ya... Pero pon la calefacción, hace frío. — La chica no podía evitar reír, el muchacho no tanto, solo estaba desorientado — Ya voy yo — Se miro un momento por las sábanas, la tuvo que volver a bajar con la cara más neutral posible, acto seguido miro a su chica. — Por dios, dime que tiene las pastillas del día de después.
Ginny todo esto le era una dulce forma de fastidiar a su pareja, sus padres eran algo cabrones, algo se le tenía que pegar. Estaría así un tiempo si no fuera porque a su novio le iba darle un ataque de insteria.
— Pedazo de bruto, si sólo nos divertimos de forma sana, nada más, como pareja que somos.
El celeste acabo por asentir, estaba listo para salir de la cama, bueno, lo hizo pero no como esperaba, se acabó tropezando y callendo de cara al suelo. Su novia por su puesto se asomó a ver a su quejita. Boyfriend se dedicó a tocarse la pierna, noto algo... Eso le puso rojo.
— Con qué... ¿Un nudo? — Movió las cejas a su chica para ponerse nuevamente en la cama, ella intentaba desacerlo. — Por estás cosas detesto beber.
— Ui sí, bien que empinaste el bote de vino. — Le trato de recordar en vano, por suerte no muy lejos estaba la prueba, un vino tinto que estaba a ahí tirado sobre la alfombra.
— Tuya es — empezó imitar a su chica de la peor forma posible — Venga amor, otra más que mis padres no están aquí, hazlo por mí porfa plix.
El muchacho no fue hasta ahora que se paró a mirar a su deslumbrante y maciza novia, pero ese no era el punto, el punto era sus boxes. El muchacho lo señaló con sorpresa.
— No fui el único que se puso en ridículo. — El chico se acercó a ella, para poner su cabeza en su hombro. Se estaba cómodo, es como tener un sofá mullido... Uno con una tela roja que lo cubriese todo. — Sabes que te puedo denunciar por acoso, lo sabes. — Se reincorporo, igualmente seguía buscando sus prendas.
— ¿Me estas amenazando? A mí que quieres algo — Comentó la muchacha, le dio como fianza un beso en los labios. Boyfriend levantó el pulgar, le era suficiente.
— Cariño... ¿Eso es mí..? — Señalo a un árbol, estaba los pantalones en una rama, un pájaro lo pisoteaba. — ¿Y eso fue también el vino? — Asintió algo maligna su acompañante. — Me gustas, te odio, pero te te quiero igualmente.
Infló los cachetes un poco, le era molesto que toda la diversión fuera para uno, pero su novia tenía otros planes por ahora.
— Apestas alcohol pero yo también, deberíamos ducharnos — Su novio dio un "aja" pero ella volvió hacer la misma afirmación con más tono, nada, su novio era tonto para seguir la corriente. — Amor ¿No tienes ganas de bañarte...? — Se señaló a si misma, su novio estaba muy quieto. Demasiado.
Ginny chasqueó los dedos frente a él, se estaba preocupando un poco esa cara. La chiquilla movía ligeramente los hombros a su hombrecito. La chica estaba que iba lagrimar un poco, se había asustado.
— No no no, estaba bromeando, estaba bromeando. — El muchacho abrazaba a su niña, ella ya estaba con cierto tono morado en su piel — No era justo, tú sabes que hice y yo como mucho tengo lagunas.
— Está bien — Estaba algo enojada, pero igual lo iba a contar — Luego de tomar vino, llevabas tal pedo qué te quitaste la ropa como si fuera Superman, casi te tiras de un cuarto piso si no fuera porque te ate la pierna. Te quedaste rápido dormido luego que te cantará.
Su novio puso las manos a las suyas, movió ligeramente la cabeza, incluso entrecerró los ojos. Esta vez no bromeaba. Este tomo de la cintura, estaba levantándola. Podía ser pequeño pero el amor era más fuerte.
— Sólo por eso vamos hacer algo que los dos estemos, quisiera estar ayer para ti. Tú me cuidas, mereces ser cuidada... Ojalá volver atrás para decirte lo mucho que quiero estar contigo... Lo mejor del día es levantarme a tu lado y pensar que juntos hicimos algo.
Pronto se fue la malas vibras. Era tonto pero no podía, estaba perdida por su imbécil. La dama se acercó para dar otro beso.
— Te quiero.
Ambos fueron al baño, lo único que quedaba era los pantalones en la rama, el pájaro picoteaba la entrepierna de esta, había algo dulce ahí. Quizás sí que pasó algo más, pero, ella le hubiera gustado ahora que él hubiera estado ayer.
Le debe ahora un favor a Dios por mandar algo tan puro en su vida.
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