Capítulo 52

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Hola 👀, he regresado 🥺, una enorme disculpa por la tardanza. Me dio COVID-19 y tuve que tomarme unos largos días para que me recupere, ahora ya estoy mejor. Espero estén bien y que se cuiden. Disfruten del capítulo ☺️

El domingo Athena se había quedado en el despacho de Severus, terminando su redacción sobre antídotos y era la primera vez desde que inició el curso, que él no estaba detrás de su escritorio, revisando trabajos.

Se encontraba a lado de ella, leyendo un libro en silencio, las piernas de Athena descansaban en su regazo, mientras ella se apoyaba en un libro para terminar de escribir su redacción.

−Mi pregunta es...−habló Athena con el ceño fruncido−. ¿De verdad te sabes todo esto? –terminó, haciendo referencia a cada ingrediente y antídoto que había estado escribiendo desde que lo marcó. Severus la miró con una sonrisa socarrona.

−Sí, Black –respondió con arrogancia, haciendo que Athena le mirara con aire divertido.

−Iugh, debiste haber sido Ravenclaw –bromeó Athena−. Eres completamente un ratón de biblioteca −siguió la broma, pero frunció el ceño al ver que Severus se había tensado−. Sólo estaba bromeando, no lo digo en serio...

Severus tenía su mirada fijada al libro. Athena se acercó un poco más, haciendo que la mirara.

−De hecho, lo encuentro... algo atractivo...−le dio un corto beso en sus labios−. Probablemente eso es lo que me encanta de ti... −continuó dándole pequeños besos por su mejilla. Severus le miró con el ceño ligeramente fruncido.

− ¿Dónde se supone que estás ahora? –preguntó Severus, tratando de parar a Athena. Ella le frunció el ceño.

− ¿Ahora? –replicó confundida. Severus asintió.

−Si no estás con tus amigos y no estás castigada... –inquirió Severus.

−Supongo que en mi sala común –respondió encogiéndose de hombros−. ¿Por qué?

Severus soltó un suspiro. Le gustaba estar con ella, incluso aunque ella estuviera en silencio, pero últimamente ambos habían estado pasado demasiado tiempo en su despacho y si alguien se la encontraba por ahí tan seguido, comenzarían a sospechar. Y con Umbridge detrás de los profesores, era más irritante y sobre todo, peligraba su trabajo.

−Entonces nadie te ha visto casi en un día –dijo Severus frunciendo el ceño−. Bueno, deberías ir a tu sala común...

Athena se separó ligeramente de él, mirándole con una ceja levantada.

−No lo malinterpretes –aclaró Severus suspirando−. El último lugar donde tú preferirías estar no sería mi despacho...

Athena le miró con aire divertido, sabía lo que trataba de decir, pero verlo intentar componer lo que decía era algo gracioso.

−Sí, sí –respondió Athena levantándose del sofá−. Era más fácil decir: Largo, Black –bromeó Athena. Severus soltó un ligero gruñido irritado.

−No fue lo que quise decir...−Severus fue interrumpido por Athena, que se había sentado a ahorcajadas en su regazo.

−Lo sé, relájate. Está bien –dijo Athena con una mirada suave, Severus le dio una pequeña media sonrisa, ella le sonrió devuelta−. Creo que me gusta esa sonrisa –le dio un suave beso en  sus labios−. Hasta mañana.

−Hasta mañana –respondió Severus entre el beso. Athena sin embargo seguía en su regazo, siguiendo el beso–. Athena... −advirtió Severus frunciendo ligeramente el ceño, ella sonrió contra sus labios y se separó.

A Black's Desire Donde viven las historias. Descúbrelo ahora