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— Está usando su derecho a permanecer en silencio. —Habló la oficial Undyne, algo aburrida por lo que veía.

Se encontraban en el otro lado de la sala de interrogatorio, mirando a través de la ventana al jefe de la misma banda que le ha estado causando tantos problemas.

El azabache se encontraba esposado, claramente, con su frente pegada en la gran mesa, dentro de esa habitación únicamente iluminada por unas lámparas en el techo.

— Él sabe que de igual manera lo declararán culpable así que no se molestará en confesar algo. —Murmuró Cross de brazos cruzados.— Voy a-

— Yo lo interrogaré. —Habló Ink

— ¿Qué?

— Él es el detective encargado de este caso, es algo lógico que sea él quien lo interrogue.  —esta vez fue Dream quien habló, entrando al lugar mostrándose algo tenso.

Ignorando las palabras de su jefe con tal de detenerlo el peliblanco solo se dirigió a la puerta que lo conduciría al otro lado del interrogatorio.

Cerró la puerta tras de sí, inhalando profundo y dirigiéndose hacia una de las sillas del lugar. Se sentó.

Estaban frente a frente por fin. Colocó sus brazos cruzados sobre la mesa y Nightmare levantó un poco su cabeza mostrando una sonrisa retadora.

— Te dejaste crecer el cabello.

— Nightmare. Tienes tantos delitos como para resucitar tres veces en la cárcel.

— Pienso testificar solo delante de un juez. Es mi derecho ¿No?

— Dust dijo lo mismo. —dejó caer la carpeta sobre la mesa, mirándolo con indiferencia— Ambos usando su derecho a silencio. ¿Acaso hasta esto estaba en tus planes? ¿Ser arrestado?

— Mis planes para hoy era cumplir un contrato y relajarme el resto del día. ¿Qué quieres que confiese? Oh, sí Ink, yo soy jefe de la banda más peligrosa de esta ciudad que llevan años queriendo atrapar ¿Qué más quiere que diga? ¿El día de mi cumpleaños?

— El almacén estaba lleno de cajas de droga, armas ilegales en esta parte del estado, municiones y me parece muy estúpido de tu parte que todo eso esté ahí. Todo en un lugar. ¿Por qué?

— Cómo te dije hoy iba a cumplir un contrato. Se supone que estábamos contando la cantidad de mercancía que llevaríamos con el camión, eso quedaría vacío hoy mismo y realmente no pensé que de todos los días hoy mismo iba a llegar ustedes.

— ¿A quién iban a vender todo eso?

— Hay muchos nombres y mi memoria suele fallar a veces.

El detective se mordió la lengua para evitar perder los estribos, entrelazando sus dedos entre sí y manteniendo la mirada fija en el delincuente que tenía al frente.

Miró de reojo al vidrio que los separaban de los otros tres policías, sabiendo dónde se encontraba Cross y sabiendo que probablemente su jefe esté negando con la cabeza dándole un mensaje de que no lo haga.

Lo hizo.

— ¿Qué hiciste con Science?

— Lo maté. —el contrario apretó ligeramente sus puños y esto no pasó desapercibido por el azabache— Bueno, hice que mis subordinados lo mataran.

— ¿Por qué?

— ¿Quieres saber por qué? ¿O cómo? —Haciendo un tintineo con sus esposas Apoyó sus brazos sobre la mesa— Tengo tantos delitos que me da pereza recordar cuales son pero tú prefieres que te hable de su muerte. Bien. Hice que nos diera cierto apoyo desde dentro, que nos dijera qué harían ustedes y si alguno de mis empleados hacían una estupidez él pudiera esconderlo ante sus ojos. Me llamó por teléfono, diciendo que ya no podía seguir haciéndolo. ¿Sabes? Se oía realmente asustado, era un chico normal que no podía seguir mintiendo. Me puse a pensar ¿Cual es el precio de una persona para que hable? Ese chico realmente quería mucho a Red pero dudo que ese cariño sea tanto como para arruinar su vida. Piénsalo. Los años que pasará encerrado, esto terminaría con su carrera. ¿Crees que estaba dispuesto a perder todo eso solo para encubrir a su novio?

●C R I M I N A L● [Sanscest]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora