KÄTHARINA [+21]✔️

PRÓLOGO

"Soy poderosa, inteligente y letal. La reina de fuego dispuesta a quitarle el infierno al mismo diablo"

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Dusmurk, Kinessdar 2019

KÄTHARINA ZAKHAROV

—Kätharina no seas tan dura, el amor es la sensación más hermosa que puedes sentir. —Suelta Kolenka mientras baila con un vestido color rosa alrededor de su habitación.

—Solo tienes 18 años, dudo que a esta edad y en este mundo conozcas que es amar.

Niega y salta abrazándome. Su cabello rubio en ondas se mueve como las alas de un ángel. Con mi pequeña prima siempre la oscuridad se va.

—No le dirás a madre sobre esto ¿Verdad? Tampoco quiero que mis hermanas se enteren.

Niego.

—Creo que el título de hermana lo merezco más que Kora y Karoline —camino al sillón y tomó la bolsa de obsequio que compré para ella. —. Te traje esto de Francia, por favor regresa a las doce es lo máximo que lograré distraer a la familia.

Abre la bolsa sacando el vestido blanco a juego con las baletas que tanto le gustan. Vuelve a abrazarme sonriente mostrando en sus ojos azules una inocente emoción.

—Si, gracias Kätharina eres la mejor del mundo. A ti te debo mi felicidad en este infierno.

Sonrío.

—Dime su nombre.

—No puedo. No te enojes pero nosotros somos como Romeo y Julieta y él quiere mantenerse en el anonimato hasta que podamos irnos.

—¿Cómo sabes que huir con él es lo correcto? Eres una niña Kolenka no quiero que te lastimen.

—Kätharina cuando hay amor te liberas y no temes entregarte a él otro sin miedo y sin cuestionamientos. Lo amo y él a mi, mi chico es mi todo y aún más porque quiere sacarme del infierno.

Sus palabras y la manera en que ve el mundo es una cosa mágica, su felicidad es la mía.

—Bien. Lleva el arma no quiero sorpresas.

—Siempre la llevo y nada pasa, no te preocupes por mi y gracias por ayudarme en mi historia de amor, todo lo que somos él y yo y todo lo que haremos en la vida por nuestro romance será siempre por tu apoyo a mi.

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—¡La señorita Kolenka no responde! —grita una de las empleadas de la mansión.

—Debe estar haciendo idioteces vete y obligala a asistir a la cena. —demanda mi tía poco interesada en su hija.

—Yo voy. —me ofrezco levantándome de la mesa.