Sé que sientes esto~ [Minsung]

22.

Jeongin.

Estaba en casa de Seungmin; estaba en su pieza, tenía puesto uno de sus pijamas y este tenía su olor; estaba recostado en su pecho, mientras veíamos una serie que habíamos comenzado hace un tiempo, íbamos en la tercera temporada, era sobre unos hermanos que cazaban criaturas sobrenaturales, me encantaba, pero no podía concentrarme. Él me acariciaba el cabello y sentía su pecho inflarse cuando carcajeaba por alguna situación que ocurría en la televisión. No sabía qué.

Era la tercera vez que me ocurría eso, que no podía concentrarme en algo que hacía con Seungmin. A veces me pasaba mucho tiempo observándolo mientras hacía algo, cuando conversaba con su madre mientras ella atendía algunas cosas del trabajo y se dividía para poder contestarle sin perder el hilo de lo que hacía o cuando preparaba algo de comer y me ofrecía. También cuando se daba vueltas por toda su habitación buscando algo antes de irnos a dormir. Sin embargo, me sentía distinto con respecto a él. Sus besos, sus caricias, sus sonrisas me eran agradables, pero no me completaban.

Me sentía un estúpido.

No entendía por qué no podía corresponder a lo que él hacía y sentía por mí de la mejor forma posible, con todo mi ser. Me sentía feliz, pero aun así algo faltaba y me negaba a creer que ese algo era el chico que vivía conmigo.

Aún no le daba una respuesta a Seungmin sobre su propuesta. Él ya había visto un departamento cerca de su universidad, no muy lejos de mi trabajo. Él se mudaría en unas semanas y yo también si aceptaba. No me había presionado, no había vuelto a hablar del tema más que para preguntarme por algunas cosas que quería comprar y de las cuales no decidía la mejor opción. Seungmin me dejaba mi espacio, no intentaba estar en cada parte de mi vida.

Eso me había agradado al principio, ahora quería que lo hiciera para poder enfocarme y estar cien por ciento para él.

Pero no pasaría porque Seungmin no era ese tipo de persona, no sería así de tóxico, no intentaría controlarme, no buscaría obligarme a nada. Era exactamente lo que había dicho Hyunjin, el chico bueno y maravilloso de los dramas que te decía cosas dulces y que solía enamorarte.

Aunque no era con quien se quedaba la protagonista al final, porque era demasiado perfecto, porque no era con quien había dificultades, no era con quien los obstáculos te parecían emocionantes. No era con quien querías vencer al destino.

Realmente no sabía cómo sentirme al respecto, quería creer que mis pensamientos estaban simplemente revueltos por lo que había dicho Hyunjin. Porque había pasado tantos años queriendo escuchar eso, que cuando por fin había renunciado, las cosas obviamente se pondrían extrañas. Vendrían los por qué no antes, por qué ahora. Sin embargo, tenía que avanzar. Tal vez en unos días podría volver todo a la normalidad. Quizás, como había dicho el peli rosa, al mudarme con Seungmin todo se arreglaría.

Quería creer en ello al menos.

–Es el cuarto capítulo, pero ya me encanta esta temporada —habló, llamando mi atención—. Sin embargo, ¿podríamos dormir? Tengo sueño. Mañana debo entregar el último trabajo y necesito revisarlo en la mañana —bufó—. Aunque por lo menos es lo último, después podré disfrutar de mis vacaciones de invierno.

Lo observé, esbozando una leve sonrisa y me acurruqué más.

–¿Crees que tengas tiempo para mí y que podamos salir? —preguntó, hundiendo su rostro en mi cabello.

–Supongo que sí, puedo hacer algunos arreglos —asentí—. Y también quiero dormir, por cierto. Estoy cansado.

–Está bien, iré a apagar las luces, pero antes bajaré por agua, ¿quieres?.