La Mariposa Cósmica

Capítulo 20: ¿El Dios más Fuerte?

Hanami ha ganado la batalla, el problema era que Susano aún se encontraba activo y mantenía una resistencia contra mi abuela, claro al fijar mi mirada no había ningún ganador entre ambos, más por razones Izanami era más fuerte y mucho más poderosa, también hay que contar que ella es su madre y como la diosa creadora debía detenerlo con mucha gracia y poder, ninguna forma era posible para que Susano ganase contra el ser divino capaz de igualar a Izanagi por completo, lo que me traía en duda era si ella tenía todo su poder recuperado al no sostener ninguna batalla en milenios o millones de años. 

--El terreno… se desmorona. Esos dos desbordan un aura intimidante, ambos tienen intenciones asesinas y si se enfrentan dioses podría despedazarse la finca mariposa, hay que tener cuidado.--Avisó Hanae con alerta mientras terremotos se formaban y la tierra se destruía debido al poder de ambos. Perfectamente al ver sus planes frustrados mi tío se había librado de su agarre y a una fuerza aterradora le brindó una patada exactamente alta, seguidamente había invocado un hacha para lanzarse contra ella, no obstante la peliazul lo detuvo con un cetro que había convocado y un fuerte choque acabó por crear ondas expansivas no sólo por aquí, sino por el cielo y en todo el planeta del que provocaban erosiones y destrucciones por doquier. 

--No… no puedo seguirlos, esto es mucho más grande de lo que yo puedo seguir, ni siquiera con la bendición de Deméter soy capaz de conseguir ver su velocidad.--Mi rostro se había acomplejado al notar como se movían ahora en grandes velocidades de las cuales no podía seguir el ritmo, sí sabía que chocaban en numerosas ocasiones enfrentando armas y golpes con cortes y ataques cuerpo a cuerpo, incluso había notado enormes esferas de oscuridad y de agua, así como enormes tormentas y acumulaciones de tsunamis por el cielo, pero simplemente mi habilidad ocular no podía analizar sus componentes sanguíneos y como resultado tampoco comprobar el cómo atacaban, era demasiado incluso para el poder de una diosa del nivel de Zeus, ¿tanta era la diferencia que se concentraba? 

--Efectivamente los dioses sintoístas son mucho mejores que los del panteón griego, y no lo digo por experiencia. Susano, Amaterasu y Tsukiyomi son los tres dioses más fuertes del cielo, ningún panteón es capaz de hacerles daño, y si hablamos que nuestros abuelos son Izanagi e Izanami, no tienen ninguna comparación. Ahora mismo los dos se enfrentan, la diferencia es mínima pero nuestra abuela aún no se recupera del daño emocional que le causó el que su alma quedase envenenada, necesita mucho mucho reposo, y quizás nuestro tío la derrote, pero hay posibilidad que al pelear como una diosa logre mantenerlo bajo control el tiempo suficiente para debilitarlo y rendirse.--Comentó Shinobu bastante seria y viendo la batalla, cabe decir que tampoco los lograba observar  pero al contrario seguramente haya mejorado su visión con el poder divino para tratar al menos de sentirlos, eso también era una muy buena ayuda para detectarlos. 

--Maldita diosa, a mí no me importa si eres mi madre, sólo eres una renegada y ni siquiera ocupas un puesto en el cielo, yo sí y eso nunca cambiará, menuda idiota.--Se burló Susano con simpleza antes de caer a la tierra alzando su hacha para crear una especie de tormentas que fueron impactadas por grandes relámpagos y tornados a su alrededor, por un lado casi me movía el viento y dichos rayos rompían y destruían la zona, más Izanami se había dado cuenta del destrozo y por recomendación hizo un corte semicircular formando un agujero negro que disparó una masa oscura para acabar con destabilizar al dios. 

--Esto me duele… como una madre no espero una felicidad infinita, pero tampoco deseo que me odieis cuando siempre he querido lo mejor para todos vosotros. Susano, trata de entenderme, si provocas a Amaterasu o te enfrentas a algún dios sólo vas a desencadenar la destrucción de los seres vivos, algo que tanto Izanagi y yo hemos dado a luz hace muchísimos años.--Respondía mi abuela mientras suspiraba de tristeza, se le notaba que tampoco quería seguir luchando y mi tío seguía insistiendo, por tanto se había dado la vuelta y me había mirado de reojo, eso había indicado que lo había debilitado unos instantes, podía luchar junto a mis hermanas y Hanami, así quizás lograríamos derrotarlo pero a muy duras penas, claro todo dependía de nosotras únicamente, las herederas del sol y el universo.