Moon Treasure︙Yoonmin [omegaverse]

01

Yoongi era el rey de Daegu, un rey que aún no estaba casado a pesar de tener a las mujeres omega más hermosas de Daegu como concubinas.

Ninguna de estas había llamado su atención como para querer desposarla e incluso él se sentía a gusto estando así o eso era así hasta que vio bailar a aquel chico de mejillas regordetas...

......

Era el festival anual de la luna, la noche había caído y la luna ya se encontraba en su máximo esplendor, por lo que era el momento de que los bailarines realizaran el baile en honor a la Luna.

Sin embargo, los bailarines no estaban arriba del escenario, si no todo lo contrario, había un chico vestido de blanco, el cual comenzó a bailar sin decir nada, dejando a los espectadores confundidos al igual que a Yoongi, quien poco después, se encontraba más que maravillado por la belleza y pureza que desbordaba aquel hermoso ser que se encontraba bailando con destreza y agilidad en el patio principal del palacio, nunca lo había visto y por su apariencia sabía que aquel chico de cabellera grisácea no pertenecía a Daegu, lo supo desde que apareció ante su vista y la de todos los espectadores que se
encontraban ahí.

Aquel chico era sin duda alguien verdaderamente hermoso y fuera de este mundo ante los ojos de cualquiera ya que poseía una belleza que no habían visto antes; su piel parecía de porcelana y su cabello plateado daba la impresión de que desprendía una una especie de brillo bajo la luz de la luna, además de que su figura no se quedaba atrás, su cuerpo era hermoso y envidiable.

Yoongi no había visto persona igual, ni siquiera sus concubinas se acercaban a la belleza de aquel chico, por ello, no lo dejaría ir, tenía que desposarlo sí o sí, así que no esperó más y le hizo una seña a uno de sus guardias para que este se acercara.

–Quiero que tú y otros más lleven a ese chico rubio al salón principal en cuanto finalice su baile, ni se les ocurra dejar que escape, ¿me oíste?– dijo sin apartar su vista en ningún momento del chico, mientras que aquel guardia sólo asintió y se retiró, no sin antes de hacer una reverencia hacia Yoongi.

–Serás mío– susurró y una pequeña sonrisa apareció sobre sus labios mientras lo veía bailar.

Estaba más que seguro que aquel joven sería suyo porque, ¡joder! no estaba loco ni ciego como para dejarlo ir, incluso desde lejos podía notar que no era el único interesado y maravillado.