꧁Capítulo 4꧂

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Había pasado dos semanas en los que estaba muy triste, paso algo que no me lo perdonaría nunca y es que mi padre me grito por haber salido a la noche ya que según él es algo peligroso y me grito de todo y me rompió el corazón por eso desde ahora vivo con mi abuelo, no quiero volver a la casa de mi padre ya que me lastimo, dejo mi corazón herido y lo hizo trisas. Ahora estoy caminando a la casa de Katniss para pasar un tiempo con ella y poder comprar un poco de queso para mi abuelo y poder comer bien y después iré al bosque a cazar algo y tener carne y poder a acompañarlo con el queso.

Llame a la puerta trasera de la casa de Katniss y espere unos minutos para ver si habia alguien adentro o si habían salido. Escuché unos pasos y mostré una sonrisa al ver como la puerta se abría y dejaba ver a una dulce niña, rubia y mostrándome sus perfectos dientes con una sonrisa, Prim.

—Hola Alana, ¿Buscar a Katniss, no?

—Sí, ¿está en casa?

—Claro pasa—dijo Prim mientras que me dejaba paso para que entrara en su casa, era muy parecida a la de Gale pues era bastante fría y muy sencilla sin nada de decoración y solo teniendo lo necesario para sobrevivir—¡Katniss, Alana ha venido a verte! ¡Baja!.1

—Un segundo—gritó Katniss desde la segunda planta de la casa.

—¿Quieres algo?—preguntó Prim con una sonrisa mientras caminaba por el lugar

—¡Oh no! Gracias Prim, eres muy amable pero no... ya comí algo en la casa de mi abuelo

—¿Alana? Hola, ¿ha pasado algo?—preguntó Katniss mirándome preocupada pues esta era la primera vez que entraba en su casa e iba a buscarla.

—No. Venia para...—no pude terminar la frase puesto que un gato salto hacia la mesa que tenía justo enfrente e hizo que me echara hacia atrás pues no me lo esperaba—, este es Buttercup, ¿verdad?, el gato

—Sí, Prim llévatelo antes que se lo sirva a Alana para desayunar—dijo Katnnis con una gran sonrisa mientras que su hermana tomaba el gato y se lo llevaba mirándonos con mala cara. Yo sabía que a Katnnis no le gustaba los gatos más bien los odiaba mucho—, ¿Qué querías?

—Comprar una botella de leche y un poco de queso, prefería hacerlo en tu casa y no en el Quemador—dije mostrando una sonrisa—sabes que no me gusta caminar hasta ahí algunas veces

—Oh claro cómo olvidarlo —dijo Katniss mientras que se acercaba a una pequeña nevera y sacaba con rapidez lo que le había pedido, lo dejo en la mesa y me miro con una sonrisa—, Son cuatro monedas.

—¿Sabes algo de Gale? Hace como una semana que no lo habia visto ya que estaba muy ocupada con mi abuelo y la pelea con mi papá y estoy algo preocupada por él—dije mientras que sacaba unas monedas del bolsillo de mi chaqueta

—Ayer por la tarde paso por aquí pero, no compro nada—dijo Katnnis sin querer comentar nada sobre él, pero era algo que sabía que pasaría puesto que ella era bastante discreta.

Ella no era una chica muy habladora y tampoco iba a querer meterse entre los problemas que teníamos nosotros dos. Además sé que Gale vendría a la casa de Katnnis ya que él está enamorado de ella desde que eran pequeños y yo pienso que debería tener a alguien más por qué ella solo lo ve como un amigo

—En ese caso quiero dos botellas de leche y otro trozo de queso el doble de grande que el que me has dado—dije con seguridad.

Si Gale no había podido comprar leche y queso había sido porque no había contado con mi ayuda en esa semana y no se podía permitir ni un sola cosa que no fuera lo estrictamente necesario y básico para la alimentación. Saque todas las monedas que llevaba y al comprobar que llevaba trece monedas, preferí dejárselas en la mesa todas. Katniss mostro una sonrisa y dejo las botellas y queso de Gale en una bolsa a parte pues sabía perfectamente para quien era.

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