Free

302 18 1
                                    

¡¡¡¡¡ADVERTENCIA!!!!!


En esa habitación, en esa gran lujosa habitación y a oscuras, se podían escuchar los gemidos de placer, gemidos demasiado altos como para que a los sirvientes se les fuese dado el día libre.

No podía creer lo que estaba haciendo pero igualmente lo estaba disfrutando. Eran extrañas las sensaciones que despertaban en su cuerpo, nunca antes se había sentido así. 

Y aunque al principio había sido más un acto de despecho que otra cosa, justo ahora estaba demasiado feliz y extasiado como para arrepentirse.

Y ¿Cómo había llegado ahí?

Había estado desesperado y llorando al haberse enterado que su novio lo había engañado, hacia ya tiempo que lo sospechaba y algunos de sus amigos le advertían pero no quería creerlo, se negaba a ver que le habían puesto los cuernos.

Si algo había dejado claro al inicio de su relación, fue que si ya no se sentía a gusto con él, si ya no sentía nada por él o simplemente se había aburrido y quería algo más, incluso si se había enamorado de alguien más, si alguna de ellas era una razón lo dejaría pasar y terminaría todo, incluso podrían dejarle, ver quien terminaba la relación era lo de menos, lo único que siempre quiso es que fuese sincero y no lo engañara, no era tonto y odiaba las mentiras.

Lloraba porque su orgullo fue herido, odiaba el hecho de que lo hubiesen humillado de esa manera. Y así fue como su gran amigo Lucas le propuso que se desquitara, que hiciera algo más grande, algo que dejase sin palabras a su ex. Prácticamente era un reto pero él lo había tomado como una apuesta, se lo tomó demasiado enserio y lo había llevado a otro nivel.

Luego de hacerle miserable la vida a su ex y las personas con las que lo engañó, luego de eso no se quedó tranquilo, él también podía tener un poco de diversión y vaya que la encontró.

Se supone que había ido a ese bar para bailar, para festejar que había ganado y divertirse con alguien nuevo, pero sentía que aun le faltaba algo.

Y encontró lo que buscaba al ver a dos hermosos chicos en una esquina de la pista, ellos estaban ahí como si nada, bebían tranquilamente y admiraban el lugar como si buscasen algo, algo que Donghyuck tenía.

Donghyuck bailaba sensualmente, podría justificarlo con el alcohol en su sistema, aunque fuese una gran mentira, él tenia una gran resistencia y solo fingía que estaba ebrio cuando algunos de sus conocidos le veían haciendo algo que el gran santo de Donghyuck jamás hubiese hecho, en ese instante fingía torpeza y sus hyungs solo reían.

Ante los ojos de sus amigos era alguien muy tierno e inocente, era como un niño que querían proteger, incluso si alguna vez decía algo con doble sentido para sus hyungs no contaba porque cualquier cosas que saliera de los labios de Donghyuck jamás seria algo sucio.

Y ahí estaba, con esos pantalones demasiado ajustados a sus piernas, vaya que la vista era demasiado tentativa, sus muslos perfectos y su gran trasero remarcado por esos pantalones, ni se diga de la camisa de seda con pedazos transparentes que dejaban a la vista mucho por desear, los primeros tres botones desabrochados dejando parte de sus clavículas a la vista y ese hermoso color de piel que tentaba demasiado, su suave piel siendo deseo de muchos. 

Aquellos esponjosos labios rosas y con rastros de alcohol resbalando, sus mejillas sonrosadas, esa pequeña nariz un poco roja y sus ojos, esos ojos profundos, lleno de éxtasi, esa mirada seductora que a mas de uno calentaba, prácticamente todo en Donghyuck era provocativo, era sensual y perfecto al mismo tiempo, era tan hermoso y delicado que eso aumentaba la temperatura.

So High!!!! (Haechan Harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora