Extra Cuatro - Yuan-gege

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—Oye, danos eso. —ordenó el líder del grupo rodeando a Lan Suyin.

Lan Suyin se detuvo antes de siquiera el primer bocado y miró a los niños extrañada.

—No. — y procedió a comer tranquila dejando a los niños pasmados, usualmente les daban todo a la primera así que no sabían con qué continuar.

Acababa de comprar una barita con carne y verdura asada, literalmente la cavaba de pagar cuando esos niños aparecieron y tendieron la mano como si fueran ellos quienes la compraron.


—¡Niña tonta, tenemos hambre! —y como si así fuera a tener algún control en la situación trató de arrebatársela y salir corriendo.

—¡Te dije que no, suelta ya! —continuó discutiendo, en la pelea su barita cayó al suelo ensuciándose y después la tumbaron a ella.

—Parece que no sabes tu lugar, niña grosera y creída. —dijo el niño despectivamente y pateando el suelo para levantar polvo que no había.

Lan Suyin no se quedó ahí ni tres segundos, sus ojos brillaban furiosos y sus puños apretados ansiaban dejar a ese niño llorando.


—Querrás decir que tú no sabes quién soy, mi nombre es Lan YiJie perteneciente a la secta Gusu Lan, soy hija adoptiva de Hanguang-Jun y Wei WuXian— Ya de por si el nombre de la secta los había alertado, todo el grupo palideció al escuchar los nombres de los distinguidos cultivadores. — Mi maestro es Wei WuXian y el líder de secta Jiang Sandu Shengshou.

—Tú... estas mintiendo, ¡Una huérfana cualquiera no sería su hija! —gritó señalándola

—Sera mejor que cuides tus palabras mocoso vulgar—Lan Suyin se paró correctamente juntando las manos frente a ella como una señorita, su mirada era tranquila, pero llena de una terrible furia contenida. — En una secta, tal falta de respeto al menos te costara diez azotes en la espalda.

El niño iba a caminar hacia ella y golpearla para que se callara, quería que llorara para demostrar que había ganado.

Sin cambiar su expresión Lan Suyin hizo una reverencia. —Saludo al Líder de secta Jiang.

Los niños brincaron en su lugar y temblaron sin control, temerosos de voltear y verlo. No se dejaban influenciar por rumores, lo habían visto. Gritando de ahí para allá, usando su látigo para los castigos, sus discípulos lamentándose durante días por los castigos físicos y el desgaste emocional.

—¡Corran! —gritó el jefe dejando a sus compañeros detrás, estos le siguieron llorando como unos bebés.


Lan Suyin se carcajeó ahí mismo y necesitó varios segundos para reponerse y eso solo porque había visto a sus padres observándola a unos metros de distancia, ambos con un semblante "serio".

—Ay, Hanguang-Jun va a matarme. —se lamentó en voz baja y cambiando totalmente su postura caminó hacia ellos. —Hanguang-Jun, Maestro Wei.


—Wow, ¿notaste el cambio tan sutil? —se burló Wei WuXian mirando a Lan WangJi. —Anda niña, sigue gritando.

De haberse pasado Lan WangJi la habría silenciado en medio de la pelea, podía suponer por sus acciones que quizás solo planeaba regañarla.

—Hanguang-Jun, ellos estaban molestándome, solo quería que me dejaran tranquila.

—Hoy no terminó en una pelea, es un progreso—la felicitó entonces, era cierto la mayoría de las ocasiones se terminaba peleando por cualquier cosa, si, Wei WuXian y Jiang Cheng eran sus maestros.



En cuanto termino el paseo de los tres ambos pidieron que se quedara con su tío Jiang mientras ellos atendían una situación, a veces su tío se aprovechaba de Hanguang-Jun y lo mandaba a misiones en la región, siendo un buen hombre siempre las aceptaba encantado y claro que si Lan WangJi iba Wei WuXian iría.

—Mírala, tan grandecita y ya puede mantener el equilibrio en su espada—aduló Wei WuXian acariciando el rostro de su pequeña, Lan Suyin también hizo un puchero tierno hacia Lan WangJi.

—Aún no está preparada. —volvió a negarse Lan WangJi.

—Catorce años es una buena edad, a su edad yo asistía a cacerías oficiales. —debatió Wei WuXian con molestia de que volviera a negarse.

—No me moveré, ni siquiera respirare. —y haciendo caso a su promesa contuvo el aire, esperando una respuesta.

Lan WangJi dejó escapar un suspiro agotado, se acercó a la niña y palmeó su cabeza. —Un año más.




Lan Suyin se resignó haciendo un puchero y tras despedirse de ambos corrió a la secta Yummeng Jiang.

Para su mala o buena suerte Jiang Cheng en ese momento estaba atendiendo asuntos oficiales de la secta, por lo que se fue a los alrededores a pasear y a leer poemas (pero más a pasear).

Cuando la hora de la comida se acercó Lan Suyin tomó su libro y corrió de vuelta para impresionar a su tío antes de que se le olvidara lo que había leído.

—¡JiuJiu! En el estanque del bosque encontré un hada que...—exclamó pensando que su tío estaba esperándola en el gran salón, Lan Suyin dejó de hablar en cuanto se topó con el extraño.


El otro la observó en silencio y no hizo un movimiento que pudiera asustarla, contuvo sus sentimientos para no avanzar.

Lan Suyin no reaccionó ni intentó hablar, estaba perdida tratando de pensar en por que esta persona se le hacía tan familiar.

—Hace un momento no tenías problemas en presentarte.

No es como que lo recordara, no su rostro ni la suavidad de su voz, era por un retrato que tenían en casa. Varias veces de pequeña Wei WuXian se lo enseñaba y le hablaba de él.


Le hablaba de su buen desempeño, travesuras y acciones más peligrosas, después de un tiempo lo único que pudo relacionar con sus memorias fueron pocos momentos, recordó a los conejos, el jardín, pero sobre todo la segunda ficha de jade para jugar.

Por mera formalidad hizo una reverencia, permitiendo que él cultivador se acercara, apenas estuvo a su alcance se abalanzó sobre él, olvidando toda etiqueta.


—¡Yuan gege! — Lan SiZhui estaba sorprendido por la libertad con la que lo había llamado.

—¿Cómo me llamaste? —preguntó enternecido y apretándola más contra él, seguía siendo pequeña.


— ¡Yuan Gege! —repitió Lan Suyin muy feliz.



notis:

Los bros... ahhhhhhh sabra Dios hace cuanto que queria esto uwu


MDZS ¿Es verdad o es una broma?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora