Hace más de 27 años Santiago estaba arrodillado sobre el piso de la tierra y rezaba con devoción, de vez en cuando lloraba y suspiraba... Había perdido la noción dek tiempo y del espacio... No escuchó la sirena que anunciaba el cierre del campo santo y sólo cuando el vigilante del cementerio lo tocó en el hombro volvió a la realidad. Miró el sereno rostro de Jesús, sonrió levemente y con un susurro dijo: Gracias, Jesús!
El celador le preguntó:
- Necesita ayuda?
- No, Gracias.
- Es hora de cerrar, lo acompañaré hasta la puerta, si quiere nos sentamos un rato bajo los árboles de la entrada hasta que se recupere.
Santiago se incorporó, miró al Cristo atado a la columna y se le iluminaron los ojos, se santiguó y camino hacia la capilla del cementerio.
Los dos hombres se sentaron bajo la sombra de los árboles, después que el celador hubo cerrado las rejas de la capilla, interrogante miró a su acompañante: de cabello negro con canas y delgado, Vestía sobriamente.
- Gracias, amigo, le contaré lo que en sucede...
Hace unos meses comencé a perder la visión de las cosas y asustado fui al especialista quien después de examinarme movió la cabeza preocupado, me dijo:
- Lo que tiene es delucado, tiene la córnea con ulceraciones, le pondré un tratamiento, pero es posible que pierda la visión.
Angustiado llegué a casa, no me imaginaba dependiendo de los demás, soy comerciante y siempre me he ganado la vida vendiendo mercancía, de esta manera saqué adelante a mi familia. Mis hijos estudiaron y están en el extranjero, y solo mi esposa me acompaña. Cuando ella me preguntó que me pasaba me puse a llorar, fue tanta la angustia que los dos lloramos amargamente.
Pasaron varios meses y aunque seguía al pié de la letra el tratamiento del doctor, todo seguía igual, pero una tarde vine al cementerio a acompañar a un amigo y al pasar por la avenida principal me quede mirando una tumba y mi alma se iluminó con una luz de esperanza al contemplar el rostro sereno del señor atado a la columna, me arrodillé y le pedí con todas mis fuerzas que me curara, luego, me fui tranquilo, confiaba en el Divino Poder.
Hoy en la manan al asomarme a la ventana vida que el día estaba iluminoso y claro, veía los colores con clara intensidad, no dije nada a nadie y en la tarde fui al médico, con tanta suerte que fui el primero en pasar. Después de revisarme atentamente me dijo:
- En hora buena, está curado, el tratamiento fue efectivo.
Le di las gracias, pero ya sabía que el doctor era Jesus . Salí corriendo a la calle y detuve un taxi que me trajo hasta aquí, venia repitiendo: Gracias, Jesús! El taxista me miraba de vez en cuando creyendo que había perdido la razon, más, cuando después de pagarle salí corriendo hasta donde está entre flores Jesús atado a la columna. Estuve arrodillado hablando con el señor unas cuantas horas hasta que me tocó el hombro para que saliera, por mí gritaría como un loco: Gracias, Jesús!
Sabe lo que significa estar próximo a entrar en el mundo de las sombras...? Y despertar viendo un espectacular día...?
Es maravilloso, nunca me cansaré de darle las gracias.El vigilante sonriendo lo miro y le dijo:
- Le felicito, le agradezco por haberme contado su maravillosa curación. Que tenga un Feliz día!!!