Día 05

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Accidente/Recuerdo

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Accidente/Recuerdo

Cuando Teru tenía cuatro años, ocurrió un accidente en el vecindario donde vivía.

Un niño de apenas tres años, había desaparecido inesperadamente de su hogar. Sus padres y algunos vecinos se dieron la tarea de buscarlo, y luego de horas de búsqueda, hallaron el cuerpo sin vida del pequeño cerca de un contenedor de basura.

La policia inició una investigación para atrapar al autor de aquel horrendo acto. Los primeros sospechosos fueron, por supuesto, los padres; pero nunca se comprobó que alguno de ellos fuese el culpable y luego de algunos meses, decidieron cerrar el caso en vista de que perdieron toda esperanza de encontrar a aquel bastardo.

El vecindario nunca más fue el mismo después de aquella tragedia, tanto cambió todo que los Minamoto decidieron mudarse luego del nacimiento de su segundo hijo y emprender una nueva vida.

Minamoto Teru, un hombre de veintinueve años, decide mudarse de vuelta a la ciudad de su infancia junto a su hermanos después de la muerte de sus padres.

Afortunadamente logró conseguir empleo rápido, pues su título universitario daba mucho de que hablar en una ciudad pequeña y poco moderna como esa.

Todo parecía ir bien. El trabajo de su hermano Kou aportaba para los gastos del hogar y su hermanita Tiara ya se encontraba en su último año de secundaria, con unas notas perfectas que le abrirían camino a cualquier universidad.

Pero había un problema.

El rubio mayor estaba teniendo sueños extraños.

No paraba de soñar con un niño pequeño y como este tomaba su mano, invitándole a jugar con él. Nunca lograba ver su rostro, el pequeño siempre le daba la espalda, dejando ver su rojizo cabello algo alborotado y brillante.

Al principio pensó que se debía al estrés por su nuevo empleo, pero esto se repitió en tantas ocasiones que decidió investigar la razón de aquellos sueños.

Pero no sabía por donde empezar.

En este momento se encontraba llegando a casa después de un largo día de trabajo. Estaba muy cansado y lo unico que deseaba era tirarse en su cama y dormir por el resto de su vida.

Estacionó su auto en su debido lugar, y avanzó en dirección a la puerta mientras buscaba sus llaves en sus bolsillos. Pudó ver por el rabillo de su ojo a un hombre que tiraba su basura en el contenedor, pero no le tomó mucha importancia y continúo con sus propios asuntos.

-¿Teru?-

Un "eh" se escapó de sus labios al escuchar a alguien llamarlo a sus espaldas. Giró su cabeza, encontrándose con el mismo hombre que anteriormente estaba tirando la basura y ahora que lo tenía de frente, se percató de que aquel hombre era de edad avanzada.

-Disculpe, ¿Lo conozco?-arqueó una ceja.

-¡Si! De niño siempre venías a jugar a mi casa.-se acercó al rubio. -Eras el mejor amigo de mi hijo. Supongo que no lo recuerdas porque eras muy pequeño.-

-¿Quién es su hijo?-cuestionó de inmediato, ahora mirando al anciano con intriga.

-Uh... un segundo.-buscó dentro de su abrigo color marron, hasta que finalmente dió con su billetera, sacando algo de esta. -Él es Akane.-le entregó lo que parecía ser una foto.

El rubio tomó la fotografia, logrando visualizar a un niño pequeño de hebras rojizas, ojos marrones brillantes, mejillas rosadas y una expresión algo confundida, como si no se hubiese percatado de que le habían tomado una foto.

Y ahora que recordaba, ese nombre le sonaba de alguna parte, tal vez sus padres lo mencionaron alguna vez en el pasado.

-Es muy lindo.-no pudó evitar esbozar una sonrisa. Le devolvió la foto y el hombre la guardó de vuelta en su billetera.

-Si... él era muy especial.-el anciano sonrió con tristeza, bajando la mirada. -Falleció cuando tenía tres.-

Teru agrandó un poco sus ojos de la sorpresa que le provocó la noticia.

-Yo... lamento escuchar eso.-desvió la mirada hacia otro sitio, nunca fue bueno consolando a otras personas.

-Gracias.-hubó un pequeño momento de silencio, hasta que de nuevo el hombre alzó la cabeza. -Fue un gusto verte de nuevo, Teru.-

-Lo mismo digo.-

El contrario palpó su hombro, y luego se dió la vuelta hasta desaparecer de la vista del Minamoto.

No fue muy difícil para él unir los puntos.

Aoi Akane era el niño de sus sueños.

Tal vez para muchos, el que un niño muerto aparezca en sus sueños, sea algo de lo más escalofriante.

Pero para Teru, era algo bueno.

Le resultaba interesante soñar con recuerdos pasados vividos con su antiguo amigo.

Ahora ya entendía porque le gente a veces pensaba que era raro.

Ahora ya entendía porque le gente a veces pensaba que era raro

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Si, ya sé que la semana Terukane terminó el viernes pasado.

Dejenme decirles que hubo un "pequeño" inconveniente y por esa razón no pude utilizar mi célular ni actualizar mis historias.

Pero ya estoy de vuelta! Y apesar de que es algo tarde, voy a terminar este week cueste lo que cueste

No sé si lo dije antes, pero no hay una fecha limite para publicar, así que si alguno de ustedes tampoco ha terminado, no se estresen!

En fin, tengo como mil notificaciones y todavia me falta escribir y leer sus historias, así que por favor tenganme paciencia ^^

✧ TeruKane Week 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora