Volver a verte

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Narra Liam

Había pasado un largo verano sin verlo, sin mirarlo a los ojos, sin estar cerca de él, sin escuchar su voz y reírme de sus tonterías y de sus bromas, afortunadamente este año, volvería a compartir salón por lo que hacer todo esto será tres veces más fácil que el año pasado, así como también podre verlo cuando este despistado.

Mañana sería el día, por fin lo volvería a ver y el tan solo pensar en pasar un segundo con él hacía que mi corazón explotara de alegría. Pero no solo lo vería un segundo, si no que lo vería todo un día. Ver a Darwin a través de una pantalla es gratificante pero tenerlo cerca es mil veces mejor. Poder rosar nuestras manos mientras caminamos juntos, abrazarnos con la excusa de que solo jugamos es algo que he esperado durante tres largos meses y mañana por fin, lo volvería a hacer.

Después de preparar mi mochila y mi uniforme de una manera pulcra y perfectamente ordenado, cene algo ligero, me cambie mi ropa de calle por un buzo cómodo y opte por no usar la camisa porque hacía calor.  Me dirige a mi computadora para hacer videollamada con mi adorado chico tal y como hacemos cada noche.

Diez, Quince, Veinte minutos pasaron y nada, no se conectó, no me respondió, algo triste me levante de mi asiento y me fui a la cama a revisar mis redes tratando de mantener el pensamiento de que talvez estaba dormido y no que no quiso responderme.

Narra Darwin

Sé que hice mal en no contestarle, pero simple no podía, no me resistiría a su bello rostro, a sus hermosos ojos café y a su bello tono de voz y es qué ¿Cómo se lo explicaría? ¿Cómo podría decirle que los rumores sobre nosotros me hacían feliz y al mismo tiempo infeliz y tras no soportar la presión le pedí a Harriet que fuera mi novia? Sé que lo lastimaría, sé que lloraría, mi lindo chico es sensible y lo sé, lo conozco. Lo mejor de todo es postergar lo impostergable, tarde o temprano lo sabría y la verdad prefiero enfrentarlo cara a cara que hacer a través de una pantalla, así si me mandaba a comer mierda, al menos podría gozar de su bello y delicado rostro cerca del mío, una vez más.

Veía pasar las horas en el reloj, talvez si mi rostro lucía lo suficientemente demacrado, mi madre no me obligaría a asistir. Sé que el no querer ir y enfrentar mis problemas de frente me hace ser un cobarde, pero realmente ¿Quién lo es?¿Quién no es cobarde en temas de amor? el perderlo era algo que no podía imaginar ni en mis más macabras pesadillas porque el destino y quién sea que fuese el o la creadora de mis sueños y fantasías, todos sabían que nuestro destino estaba sellado por un amor eterno.

Cuenta la leyenda japonesa que cuando las personas vienen al mundo lo hacen con un cordón rojo atado a su meñique, el cual se encuentra en su otro extremo atado al amor de tu vida. Yo ya había encontrado mi otro extremo, mi complemento, mi amor verdadero, mi Liam.

Sabía perfectamente que Liam era el dueño de mi vida, mi corazón, mi alma, mis pensamientos, mis sentimientos, todo le pertenecía a él, tenía claro que Liam era al único a quien podría amar con tanta intensidad y aunque para mi fuera difícil verlo en unas horas, lo haría por él, por su felicidad, por ti amor, porque te amo.

Amor ocultoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora