Ivy

•𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 1

Miro el reloj en mi mano y veo que son ya las once de la noche —Mierda!, Debo bajar ya— dije tomando mi abrigo. Bajé lo más rápido y silencioso que pude, entré a mi cuarto y me acosté en la cama con mi cabeza hacía arriba, para asi poder mirar el techo de la habitación; estaba lleno de muchas estrellas, papá las había pintado antes de que naciera —Cuánto te extraño papi—dije con  mi voz quebrándose.

Encendí mi teléfono y puse Spotify, Harry Styles sonaba de fondo:

Golden, golden, golden
As I open my eyes
Hold it, focus, hoping
Take me back to the light
I know you were way too bright for me
I'm hopeless, broken
So you wait for me in the sky
Browns my skin just right.

Disfruté la canción cerrando mis ojos, imaginando un lugar hermoso con un atardecer hermoso. Cuando terminó apagué mi teléfono y volví a cerrar mis ojos para dormirme.

                          Día siguiente
            *23 de noviembre de 2020*

Abrí mis ojos, ya era de día, me giré hasta la mesita de noche, lámpara, teléfono, mi cuaderno de apuntes de la escuela y... ¡Mi pastel!, hoy era mi cumpleaños 16 como mamá trabajaba y salía muy temprano, siempre me hacía un pastel pequeño y lo ponía en mi mesita, luego de eso se iba a trabajar. —Hora de cantar tu cumpleaños 17 Ivy— dije levantándome de mi cama y dando pequeños saltitos.

Encendí la vela y canté mi cumpleaños sola. —Tengo 17 papá— dije mirando un pequeño cuadro que estaba en la pared de mi cuarto, mi papá había fallecido cuando yo tenía 10 —Te prometí que no sufriría por tu partida, te dije que sería muy fuerte y lo estoy haciendo papá— le tiré un pequeño beso al cuadro.

Le dí una mordida a mi pastel y me fuí a bañar.

                                  *
En la escuela muchos me conocían por lo tanto estube recibiendo abrazos por montón, cómo era de costumbre el primer profesor en dar clases cantaba el cumpleaños así que debía pararme en frente de todos mis compañeros, cosa que aveces no me gustaba. Ya eran las cuatro de la tarde, había regresado de la escuela y mi mamá había llegado del trabajo, estábamos arreglando el patio de atrás de mi casa para mí fiesta de cumpleaños. Sonó el timbre y mamá abrió eran mis dos mosqueteras, conmigo éramos el grupo perfecto, Eliza y Sofía.

Ambas traían un regalo en mano —¿Quién es mi cumpleañera hermosa? —Gritó Sofía estirando sus manos para darme el regalo que me había dado, Eliza uniéndose también. —Basta!, los regalos van en la mesa principal— señalé la mesa que estaba al otro lado de la ventana. —Está bien chica de 17— resopló Sofía — Sólo te salvas porque hoy es tu día si no ya te hubiera explotado tus mejillas— viró los ojos y salió para poner el regalo en la mesa.

—Así que esta pequeña ya tiene 17—  dijo Eliza señalándome con el regalo
—Está muy pequeña para tener 17 años— le respondió mamá.
—Oigan estoy aquí y puedo oírlas—
—está bien niña grande—  Eliza salió al patio dejándome otra vez sola con mamá.

Mamá se acomodó la garganta y yo la miré confundida,— ¿Estás bien mamá?—
—si estoy bien, yo sólo… hmm quería decirte que si tienes a alguien que te guste y… hmm sea mutuo yo te doy mi permiso — Abrí mi boca lo más grande que pude al escuchar esas palabras, dejé lo que tenía en mis manos y empecé a traquear mis dedos —siempre lo haces cuando estás nerviosa, dijo mamá. —De inmediato solté mis manos y las puse dentro de mis bolsillos, — Gracias mamá pero no creo que tenga pensando tener a alguien más en mi vida— dije y tomé un tazón con gelatina y la metí al refrigerador.

Tenía que salir corriendo de la cocina si no me iba a dar algo. Salí y me encontré a Eliza hablando con Juana, ella era mi vecina mamá la había invitado, — ¿Podemos hablar un momento? — Dije mirando a Eliza, salimos del patio para llegar al parque, Eliza no dijo nada en todo el camino, lo más probable era que pensara que necesitaba salir de mi casa, ella sabía que estaba pensando en mi papá, sabía que aveces la promesa que le había hecho flaqueaba, así que solo se quedaba callada.

Pero en realidad no estaba pensando en eso, me preguntaba si yo sería capaz de amar a alguien algún día, pero no en el sentido de amigas y mi mamá a ellas yo las amaba mucho, lo pensaba en el sentido de un novio, una pareja. Creo que no podría, Ivy no sería capaz de lograrlo, además ¿Quién se enamoraría de mí? Nadie se fijaría en alguien cómo yo.

Decidí sacar esos pensamientos que no me servirían de nada de mi cabeza y centrarme en qué era mi cumpleaños 17 y debía disfrutarlo aunque mi papá no estuviera conmigo si no en un lugar muy lejos de aquí. — ¿Regresamos? —Eliza asintió y regresamos a casa cantando y gritando Adore You de Harry Styles.

Nota:
Solo espero que puedan leer mi primer capítulo. Y si, soy Directioner y toda la cosa. Tampoco soy experta escribiendo :(
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Bye!