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Jackson observaba como su amiga pelinegra peinaba sus cabellos una y otra vez mientras reía sola frente al espejo. Desde que lo había llamado según ella "Urgente" estaba sentado en su cama tratando de entender que quería o que se le había ocurrido.

–Necesito que hables de una vez, tengo una reunión en casa dentro de unas horas.

–No sé cuál es el apuro– lo observo a través del espejo– después de todo has faltado algunas veces, hoy no te hará daño una más.

–Hana, no estoy jugando. Eso fue porque en verdad era urgente, ahora no entiendo porque me llamas a esta hora. – Suspiro negando nuevamente la llamada de su madre– habla rápido.

–Bien– bufo, se levantó y camino hasta la cama– veras, estoy algo indecisa con respecto a algo.

– ¿Qué?

– ¿Sabías que la familia Park ya tiene una nueva integrante, Jack?

–Si– frunció su ceño– ¿A qué se debe tu indecisión?

–Esa es la parte– se levantó abriendo el closet y sacando un vestido largo blanco– mi indecisión es si debo matarte a ti– lo miro– o matar a Sara.

...

Jimin y Sara se encontraban tranquilamente en su departamento, ambos habían decidido estar un tiempo más a solas y compartir en pareja pero en un lugar más privado, en el departamento del chico. Sara estaba con su cabeza en el regazo de este mientras en sus manos tenía un pequeño libro que leía en silencio, el platinado observaba en su tableta un pequeño trabajo asignado por su padre.

– ¿Te quedaras esta noche?

–No sé– se levantó mirándolo– ¿Quieres que me quede?

–Por algo lo pregunto– pellizco su mejilla mientras sonreía– pediremos algo para cenar, no tengo ganas de cocinar y mucho menos que cocines. ¿Qué quieres comer?

–Creo que está bien si pides comida china– se encogió de hombros.

–Eso pediré– se levantó robándole un beso y llamando.

Sus días como pareja estaban pasando de maravilla, tanto que asustaba en su momento, pero ellos miraban todo con positivismo. Jimin no se imaginó tener una relación estable, donde alguien lo quisiera como ella lo hace, o donde alguien observara más allá de esa cara bonita. Y lo confirmo tantas veces cuando fue torpe, y aun así cuando las cosas primeramente habían salido mal, ella no lo rechazo ni lo dejo. Ella estaría para él y eso era algo que el sentía.

Después de un rato Jimin regaba las platas cerca de la puerta de salida mientras Sara seguía en el mueble leyendo tranquilamente, él amaba la tranquilidad y la calidez de tener a alguien como ella llenando su solo y frio lugar.

El timbre sonó y supo de inmediato que se trataba del repartidor. Con tranquilidad dejo la regadera a un lado y seco sus manos de su suéter gris y abrió, pero no se esperó ver a cierta pelinegra detrás de la puerta sosteniendo en sus manos un pastel.

– ¿Hana?– pestaño confuso– ¿Qué haces aquí?

–Bueno... vine a verte, Jiminie– sonrió– quería hablar contigo de algo importante y no tenía tu número.

– ¿Cómo supiste donde vivo?– su ceño estaba fruncido, no estaba molesto solo desconcertado– ¿Sucedió algo?

–Veras, hace tiempo llevo dejando esto de lado y creo que tarde mucho– rasco su mejilla– Jimin yo... yo estoy enamorada de ti, me gustas mucho y, creo que tú y yo funcionaríamos muy bien– Jimin tenía sus ojos muy abiertos intentando entender la repentina confesión– no quería tardarme más, pero no puedo soportar este sentimiento.

–Hana...– trago grueso y aclaro algo su garganta– no sé, no sé cómo decirte lo siguiente. Pero seré lo más sincero que...

Pero no pudo terminar su rechazo, Hana se había lanzado a sus labios teniendo en vista a la pelirroja que estaba estática detrás del platinado con ojos muy abiertos. Jimin empujo a la chica sin hacerle daño, solo la miraba con ojos muy abiertos y ella estaba con una sonrisa de labios sellados.

– ¿Qué crees que haces, Hana?

–Besando al hombre que me gusta– sonrió acercándose– y dejando en claro quién es mejor. – Desvió su vista y Jimin la siguió tensándose cuando vio los ojos llorosos de su chica– Creo que quedo claro ¿No?

– ¡Sara!– Jimin intento tomarla de la mano pero ella solo corrió por la escaleras, él fue jalado de la manga impidiendo su cometido– ¡¿Qué crees que hiciste?!

–Jimin, solo dejaba en claro que me gusta y ella no tiene ninguna posibilidad contigo. Eres mucho para ella.

–Pues déjame decirte– se acercó amenazante a la chica– que no me gustas, no eres mi tipo y no lo serás. Y ella tiene todas las posibilidades conmigo ¿Sabes porque? Porque es mi novia, mi mujer y la futura señora Park– Hana tensaba su mandíbula con cada palabra de un Jimin muy enojado– y déjame decirte algo más, si crees que soy mucho para ella deberías compararte ya que piensas así. Si soy mucho para ella, y ella es poco para mi– habló con rabia– tú no eres absolutamente nada. Aléjate de mí.

Se fue de allí dejando a una Hana hecha completamente furia, eso no se quedaría así. 

 

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The Little Mermaid ❣️Park Jimin❣️©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora