Mi primera vez.- Kokonui

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¿Qué si recuerdo mi primera vez?

Seishu había sido arrojado a la cama y con Hajime sobre él. El pelinegro ataco de inmediato el cuello del rubio, repartiendo en él una cantidad de besos innumerable. Parecía desesperado y a la vez ansioso por poseerlo, por hacerlo suyo, por hacerle el amor. No quería que nadie más tocara a su pequeño omega. No quería que el siguiera pasando por tantas inseguridades debido a no estar juntos... Sin embargo había una razón por la cual lo estaban ahora. No era solo la necesidad sexual hormonal, no era el status de ser reclamado por su pareja, era el anhelo de ser uno solo.

Seishu estaba muy aturdido al principio, estaba procesando todo lo que acababa de pasar, no sabía cómo actuar. Si debía calmar a su mayor o dejarlo ir, pero aunque hubiera decidido lo primero, sería un caso imposible, ya que también lo estaba disfrutando. Podía sentir como miles de sensaciones escapaban de él e impregnaban la habitación con el aroma de su perfume, poco a poco Hajime lograba aumentar la tensión en su cuerpo inexperto.

Por supuesto que sí...

La verdad era que el rubio no sabía nada de la vida, nunca había tenido su primera relación sexual. Ya había pasado antes por muchísimos besos y manoseos en contra de su voluntad, pero al fin y al cabo había experimentado. Sin embargo, la única experiencia que conocía era por parte de su profesor de química, ya que era el único que lo había hecho llegar tan lejos. Aunque Hajime lo salvo a tiempo de eso.

No sabía qué hacer...

Dejo de lado sus pensamientos y se concentro en las caricias que le propinaba el adverso en su abdomen. Estaba acariciando y tocando cada parte de su fino torso. Desde su vientre hasta su pecho, sacándole la camiseta con toda facilidad, puesto que Seishu no se oponía. Esta era la primera vez que se sentía tan bien bajo los toques de alguien más, no le costaba trabajo a su cuerpo cooperar. Alzo los brazos rápidamente y le ayudo a sacarse la camisa, mientras se pegaba mas al cuerpo contrario.

Hajime no tardo en hacer la misma acción en el, se saco la chaqueta junto a la camiseta que llevaba y las boto en algún punto del suelo. Podía sentir el roce de ambas pieles, como la temperatura de los dos se mezclaba y aumentaba el calor en la habitación. No podía dejar de besar con salvajismo al omega, rozaba sus labios con su lengua, misma que usaba para abrirse paso entre empujones. Seishu comprendió el mensaje y abrió su boca con despacio, sin embargo la intrusa entro sin ninguna suavidad. Estaba ansiosa por lamer y chupar todo dentro enredándose con la otra. El apenas y podía seguirle el paso, pero cuando el mayor lo noto desacelero el ritmo para que ambos pudieran divertirse más en aquel peligroso juego.

En verdad me costaba seguir el ritmo de mi novio...

Sus lenguas estaban empapadas de ese liquido transparente y delgado que se deslizaba fuera de la comisura del rubio. Intentaba mantener su boca cerrada para mejorar el beso, pero le era imposible hacerlo, ya que miles de jadeos salían de él. El alfa había bajado su mano hasta situarla en el bulto ya formado del adverso. En cuanto este sintió el roce en su área abultada, soltó un fuerte gemido, podía presenciar los espasmos llegando a su centro. Pero Hajime no paro, siguió masajeando sin ningún pudor el área adolorida y deseosa por salir. Soltó un fuerte gruñido y lo separo de su cuerpo para poder arrancarle los pantalones de una sola vez, llevándose con ellos los bóxers. Una corriente de aire fresca paso por encima de la punta chorreante y enrojecida del miembro de Seishu, causándole un fuerte grito de sorpresa, bajo la mirada en la dirección y se dio cuenta que ya estaba totalmente desnudo ante su novio.