Amores

Capítulo 2

El ser humano sufre de grandes temores durante toda su existencia. Miedo al dolor físico, a la pérdida de los seres queridos, a envejecer, a la soledad, a la oscuridad, al rechazo y sobretodo a morir.
Pero nada se compara al temor a sufrir por amor. Esa agonía que corroe por dentro y que te impide respirar sin que te duela el alma.
Y aún así, tomando todas las precauciones de rigor y protegiendo tu mente y cuerpo con una coraza, el amor te traspasa, te invade y en la mayoría de los casos acaba contigo sin que te des cuenta como inició todo.
Todos hemos sufrido por amor, algunos más que otros, pero en todos los casos hemos sido sometidos a ese tormento y sobrevivimos. A veces más sabios, otros más cínicos.
Pues vivir un amor prohibido supera cualquier experiencia dolorosa del pasado. Es un deporte extremo para valientes o para inconscientes. Cada cual sabrá como calificarse.
En algún momento todos nos hemos enamorado de alguien al que consideramos imposible. Un maestro/a, la pareja de un conocido, un pariente lejano o incluso nuestro mejor amigo/a.
Un artista, cantante o escritor, también ocupa buena parte de nuestras fantasías durante nuestra vida. Son imposibles, pero aún así, no dejas de soñar con conocerlos, enamorarlos y cumplir tus fantasías de amor.
Pero pocas veces el objeto de nuestro afecto se entera de nuestros sentimientos. Lo amamos, lo sufrimos, lo vivimos y lo superamos en silencio y soledad.
Pero amar a alguien, que este te corresponda con la misma intensidad y por x causa no puedan amarse libremente, es un verdadero amor prohibido. Cuando se vive algo así te das cuenta que todo lo que sufriste anteriormente era solo un ensayo.
Las relaciones amorosas son muy difíciles, requieren paciencia, voluntad y tolerancia en grandes cantidades para poder resistir. No basta el amor. Muchas veces todo ese esfuerzo no es suficiente y naufraga. El amor se muere.
Otras relaciones subsisten con alfileres y mucha insatisfacción o resentimiento, pero lo logran. O por lo menos eso aparentan para evitar el juicio de la sociedad y su doble moral.
Entonces, ¿estamos todos preparados para vivir un amor prohibido? ¿O se necesita tener un carácter y forma de pensar diferente al común para enfrentarlo?