Little Secrets ( Calum Hood y tu)

Capítulo 11

__________ estuvo casi toda la mañana mirando al lago, con las manos en los bolsillos y tratando de no pensar en nada.

Después de suspirar fuertemente tomó su celular y llamó, con un número privado, hacía su trabajo. Alice atendió rápidamente.

- Hola, Alice

- ¿________? - preguntó insegura - ¿dónde estás? tendrías que haber llegado hace una hora. Te llame a tu casa, pero no respondió nadie.

- No estoy ahí - suspiró - lamento no ir, no me siento muy bien.

- __________ yo creo que... - la chica escuchó un ruido y miró el aparato confundida.

- ¿Alice?

- No, soy Calum - ambos hicieron un silencio - ¿sigues ahí?

- Sí... no voy a ir a trabajar hoy, no me siento muy bien. Lo siento.

- No te preocupes, no hay mucho que hacer por aquí - dijo en tono comprensivo y a ella se le dibujó una sonrisa.

- ¿Cómo está tu ojo?

- Bien, gracias. Ya se ha pasado, no te preocupes - respondió y ella mordió su labio. No le gustaba que él le mintiera.

- Me alegra... y gracias, Calum. De verdad lo lamento.

- Está todo bien, nos vemos mañana. Que te mejores.

- Gracias.

Cortó la llamada guardó el teléfono en el bolsillo. Se sacó en antifaz, total, Calum se encontraba bastante lejos de ella y no había posibilidad de que la viera.

Miró sus botas. Aunque no quisiera admitirselo a si misma, estaba tan segura de que quería que llegara la noche y conocer al verdadero Calum. Tal vez así, tomaría el valor suficiente para decirle quien era ella debajo de ese antifaz.

- ¡Lo sabía! - escuchó a su lado sorprendida.

- ¿Charlie? - preguntó, con los ojos bien abiertos.

- Sabía que eras tu - se sentó a su lado - __________, ¿cómo has estado?

- ¿Cómo lo supiste? - preguntó, apoyando su mejilla sobre el hombro de su amigo.

- Por tus ojos, siguen teniendo ese color bonito que tanto recordaba - la rodeó con uno de sus brazos - entonces era verdad, volviste.

- Sí, lamento no haberte dicho.

- No te preocupes. No hacía falta decirlo - besó su pelo - ¿por qué llevabas eso? - señaló en antifaz que ella llevaba en su mano.

- Por nada en especial.

- Puedes confiar en mí.

- Lo sé, pero no quiero involucrar a nadie más - se paró de repente - bueno, debo irme - lo miró tristemente - lamento dejarte así Charloe debo...

- Ve tranquila, ya nos hablaremos - se paró y besó su mejilla - cuando tengas más tiempo me cuentas sobre el antifaz - levantó sus cejas - al menos que sea una clase de juego que tengas con tu novio, porque no quiero entrar en detalles sucios.

- Hey, no - golpeó su brazo - no es ningún juego y él no es mi novio - metió las manos en su bolsillos.

- ¿Entonces?

- No lo sé.

- Cuando acomodes todas tus cosas, me llamas ¿sí? - ella asintió.

Comenzaron a caminar por lados opuestos y cuando por fin lo perdió de vista comenzó a caminar más lento hacía su edificio.