Elisabeth

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Tomé un trago de agua de mi botella. Me estaba empezando a agobiar entre el calor y la multitud presente en la firma de autógrafos. Había hecho ya varias, pero seguía sin acostumbrarme a que tanta gente estuviese a mi alrededor coreando mi nombre y deseando conocerme, no es que esto me disgustase, es más, me encantaba que las chicas, algunas preciosas, se acercasen a abrazarme.

-¡Deeean! ¡Deeeaan!-se oyó una voz sobre todas las demás.

Entonces una chica de unos 17 años se acercó corriendo a mí, empujando a todo el que encontró por el camino.

-Hola Dean, soy una gran fan tuya. ¿Me... me firmarías un autógrafo, por favor?

-Por supuesto, guapa, ¿cómo te llamas?

-Elisabeth

-Bien... Para Elisabeth, mi...-comencé a escribir, pero de repente ella me besó, así que paré de escribir.

No la detuve, incluso le seguí durante un par de segundos el beso, la chica era bastante guapa y había que tener valor para atreverse a hacer eso, así que decidí recompensarla y luego me aparté.

-Lo... lo siento, no sé por qué he hecho eso-se disculpó la chica.

-No pasa nada-le guiñé un ojo.

Terminé de firmarle el autógrafo y se lo pasé junto con un papel en el que había escrito la dirección y el número de habitación en el que me alojaba, con suerte ya tendría perra para esa noche, además estaba bastante buena.

La chica se fue, y cuando vio el papel giró la cabeza y me sonrió, a cuya sonrisa yo correspondí.

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La puerta de mi habitación sonó, eran las 11 de la noche.

-Hola preciosa, ya pensé que no ibas a venir.

-¿Y perder esta oportunidad? Llevo toda mi vida soñando con este momento.

-¿Ah sí? Pues enséñame qué sabes hacer.

La cogí de la cintura y la acorralé contra la pared. Ella abrazó mi cuello y comenzamos a besarnos. La intensidad de nuestro beso fue subiendo y le quité la blusa y el short vaquero que llevaba. Ella a su vez también me desnudaba a mí. Joder, estaba más buena de lo que parecía. Mis manos empezaron a bajar de su cintura, pero entonces ella me lanzó hacia la cama y, no sé de dónde sacó unas esposas con las que me ató las muñecas contra la espalda.

-Qué lindo te ves así.

-Lo siento, pero a mí no me van este tipo de cosas, ahora por favor suéltame-le dije intentando mantener la calma.

-Eso no va a ser posible, vas a ser mío, entrégate a mi y hallarás el verdadero placer.

-He dicho que me sueltes.

-Te pones tan guapo cuando te enfadas...

Se sacó del sujetador un pequeño látigo terminado en varias cuerdas metálicas y empezó a azotarme el culo con él.

-¡Pero qué haces! Para ya y podremos fingir que esto no ha sucedido.

-Jaja, qué ingenuo, llevo años planeando lo que te haría. Tú déjate llevar, ya verás como al final hasta te gusta.

Le dí una patada el la cara, no se lo esperaba, eso jugaba a mi favor.

-¡Estás enferma!-comencé a gritarle, mierda, ya había perdido el control- Lárgate ahora mismo de aquí.

Me miró con una cara realmente escalofriante, de esas que sólo unos pocos saben hacer.

-Recordarás mi nombre Jonathan Good, por lo que quieras te juro que lo harás-por fin salió de mi habitación.

Me senté, apoyado contra la pared. ¿Qué demonios acababa de pasar?

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Bueno, y hasta aquí el primer capítulo, contadme en los comentarios si os gusta o lo que queráis decir, por favor.
Pd: espero que esta noche (bueno, dentro de un rato) Dean gane el título intercontinental, de verdad pienso que se lo merece.
Gracias por leer, un beso a tod@s.

Obsesión (Dean Ambrose Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora