Capítulo 14

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Por la noche mi novio se instaló en mi departamento, cocinó un wok con pollo y verduras salteadas, tomamos vino y nos pusimos al día, igualmente hablé poco porque claramente tenía la cabeza en otro lado, en Juan Pedro Lanzani.
-Ayer te llamé varias veces para venir a verte pero no atendiste, ¿te pasó algo?-me miró ahora preocupado.
-Me quedé a dormir en lo de Candela..-me puse a inventar.
-¿Candela Vetrano?-elevó sus cejas sorprendido.
-Sí.. La actriz.. Nos conocimos con ella y Eugenia, pegamos onda.. Tomamos mucha cerveza y decidí no manejar así..
Inevitablemente me sentí mal, muy mal, estaba mintiéndole en la cara a una persona que siempre estuvo ahí para mi, una que me cuida.
-Que lindo que hagas nuevos amigos, aunque sean famosos...-Benjamín esbozó una pequeña sonrisa.
Me puse de pie y le di un abrazo para cambiar de tema, dejar de pensar en quién no tenía que hacerlo.
-Benja estoy algo cansada.. Me voy a dormir, podes venir o quedate mirando algo de tele-asentí con la cabeza y besó su mejilla.
-Miro un poco de tele en el living y me acuesto a dormir con vos-soltó un suspiro y besó mi frente.
Me alejé y me puse un camisón, me metí en la cama y me cubrí hasta los hombros, estuve un rato largo hasta que finalmente se me cerraron los ojos

Despertar fue todo un tema, sonó mi alarma y la aplacé hasta que sonó nuevamente, quién se despertó fue Benjamín.
-Es Sábado Lali, olvidaste sacar la alarma..-me pasó mi celular y la desactivé-¿dormimos un ratito más?
-Un poquito..-le respondí aún cansada.
Cuando finalmente me desperté era el mediodía, vi llamadas perdidas de Peter, cierto, tenía que pasearlo por algún lugar de Buenos Aires, mañana no lo vería y el Lunes ya iba a ponerse a entrenar, en definitiva hoy era nuestro último día para ser "aventureros".
-Tengo que ver algo en la oficina hoy, más para la tarde vuelvo-Benjamín me dio un abrazo- nos vemos después
Suspiré aliviada cuando escuché que la puerta se cerró, rápidamente me duché y busqué algo de ropa informal para al final manejar hacia Nordelta.
Toqué la bocina y Juan Pedro se apareció sonriéndome, se sentó en el asiento del acompañante y elevó sus cejas.
-Me parece a mi o tenes algo ahí..-me señaló la cara.
-¿Qué tengo?-me alerté, hacía estado comiendo galletitas con dulce de leche, seguro era eso.
Peter se acercó aún más y me robó un beso.
-Nada, solo quería hacer eso-me miró con una sonrisa, era una especie de nene que siempre hace lo que quiere-ya podemos arrancar, podes acelerar..
Solté un suspire e hice eso mismo, puse en marcha mi auto sin saber exactamente a donde ir.
Después de dar unas vueltas sin sentido llegué a los Lagos de Palermo.
-No hay argentino que nunca haya venido a caminar por acá...-elevé mis cejas y bajé del auto después de estacionarlo, Peter me imitó y nos pusimos a rodear el lago- el parque estuvo a cargo del paisajista Carlos Thays, está el famoso Rosedal, un jardín que tiene más de 12.000 rosales, es una belleza, vamos a verlo-le hice señas para que me siguiera.
Caminando llegamos al Rosedal y todo era hermoso, agarré mi celular y le saqué una foto desprevenida a Peter, me miró y elevó sus cejas.
-Para tu famoso Instagram-me reí.
-¿Para mi Instagram o tu colección de fotos de fanática?-me molestó.
-No tuve que haberme confesado...-solté un suspiro, él se rió divertido.
-¿Superé tus expectativas? Yo como persona...-se quedó mirándome pensativo.
-No lo se.. Sí me sorprendiste.. En varios aspectos-agregué eso a último momento.
-Entonces me quedo tranquilo.. Bueno, no tanto, ¿te sorprendí para bien?
-¿A que van tantas preguntas?-me reí empezando a ponerme nerviosa.
-Me gusta saber si sigo causando efecto en las mujeres..-se puso a bromear.
-Sos persuasivo, no pretendo seguir respondiéndote-le di un toquecito con uno de los dedos de mi mano en su nariz- que se te agranda el ego
-¿Acaso esta mal ser muy seguro de mi mismo?
-No.. Eso es algo que admiro mucho-solté un suspiro- vamos, podemos caminar mucho, podes sentirlo como parte de tu entrenamiento
-Eso.. el Lunes tenes que llevarme al club para que entrene..
-Lo sé, lo anoté en mi agenda mental-esbocé una pequeña sonrisa y él también me sonrió.
Bordeando el lago vi como una especie de bote a pedal para hacer bicicleta con las piernas, todo para lograr que se mueva.
-¿Te animas?-Peter me miró ilusionado, quería probarlo, asentí con la cabeza.
Alquilamos un bote y nos pusimos en movimiento.
-Si me caigo al lago va a ser tu culpa-me reí- se tambalea de un lado a otro
-No pierdas de vista el objetivo, navegar..-Peter también se rió.
Hice fuerza con mis piernas, cuando volvimos a la orilla terminé cansada.
-Esto es mejor que ir a una clase de gimnasia..-me quejé y Peter se rió de mi- vos seguro haces abdominales mientras dormís una siesta, todo te es mucho más fácil..
-Es parte de mi profesión, es algo común para mi.. En fin, todos tenemos algo en lo que somos buenos y algo en lo que no
-¿Me estas diciendo que sos mala en los deportes?-elevé mis cejas.
-No sos mala en todo lo que implique moverse, en la cama..
No lo dejé seguir que puse mi mano sobre su boca, me reí de los nervios.
-¿Podemos no volver a hablar del tema?-se lo pedí básicamente de manera suplicante.
-Esta bien.. Esta bien.. Solo te dije que no sos mala en todo lo que implique moverse..-elevó sus cejas coqueto, queriendo molestarme, lo consiguió, me intimidé y él me sonrió- sos linda tímida
-¡Basta tarado!
-Ya entramos en confianza-él se rió en mi cara.
-Basta Peter-traté de ponerme seria para mirarlo a los ojos
Él simplemente me sonrió como un nene, feliz, con cara de pícaro, como si hubiese hecho una travesura.
Seguimos caminando hasta que vimos a una persona que hacía exprimidos de naranja, Peter pidió uno para compartir.
-Esto me hace acordar a cuando era chica, junto a mis papás veníamos acá y me compraban un exprimido, lo compartíamos entre los tres-asentí con la cabeza y Peter se quedó mirándome, nos habíamos sentado sobre el pasto.
-Es increíble como una cosa, un sabor, una música, un sonido.. Es increíble cuando algo te traslada a un determinado momento de la vida...-él tomo aire y lo soltó, yo asentí con la cabeza.
-Sí.. Es increíble..-me quedé pensativa, de un momento a otro me vino a la cabeza un recuerdo triste, estaba en los lagos de Palermo junto a mis papás, después de haber salido de una clínica, tenía unos quince años y había vivido una pérdida terrible, estaba asustada, había vivido por un corto tiempo una vida de adulta siendo aún una persona chica con sueños y juegos de chicos.
Un adulto, una persona con mayor autoridad me transformó en una persona sumisa, y pasó lo peor que se puede esperar, mis papás horrorizados me cambiaron de escuela, todo para que deje atrás a toda la gente que me juzgó sin dejarme defenderme, fue un tiempo duro, jodido, por eso después empecé a ir a un taller de arte, el arte se transformó en mi salvavidas.
Volví a la realidad porque Peter me zarandeó.
-¿Estas bien Lali? Se te llenaron los ojos de lágrimas..-él se quedó mirándome preocupado, retiré las lágrimas que se me cayeron con una de mis manos.
-Nada, me fui a cualquier lado con los pensamientos.. Solo es el pasado..-solté un suspiro, después saqué fuerzas de mi interior para esbozar una pequeña sonrisa- hay que vivir el presente, no aferrados a los recuerdos, serán muy lindos o muy feos, pero en definitiva los recuerdos son pasado.. Hay que vivir el presente.. Vivamos el presente..
-¿Vas a escucharte de una vez por todas y vivir el presente?-él hizo una caricia en una de sus mejillas y rozó su nariz con la mía, la cercanía me mareo.
-Sí.. Pero mi presente no es jugando a un jueguito de seducción constante con vos..-negué con la cabeza y él me sonrió, se rió y no me dio tiempo a ponerme de pie, me besó, esta vez no fue salvaje, sostuvo mi cara entre sus manos.
Cuando abrí mis ojos y me encontré con los suyos supe que mi vida de ahora en más, hasta que Peter Lanzani volviera a Estados Unidos iba a ser jodida.

Sin querer queriendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora