-Bella ¿prefieres el lila o el azul?- Jane sostenía con en sus pequeñas manitas, unos vestidos para muñecas.
Llevamos como dos horas jugando a las muñecas, también jugamos al té, Elena amablemente nos había traído una tetera de porcelana muy bonita, que a pesar de ser de juguete, parecía que pertenecía a la mismísima Reina de Inglaterra, Jane solo dijo que sus abuelitos se la habían traído desde Londres, lugar al que fueron por unas muy merecidas vacaciones.
-El lila es muy bonito, pero me gusta más el azul.- me removí en la alfombra de color rosa, me había sentado en ella, en posición de yoga, hace como media hora y ya no sentía las piernas.
-Si... a mi también me lo pareció. -dijo algo pensativa y empezando a cambiarle el vestido a la muñeca. - Bella...
-Dime princesa.
-¿Podemos ver Frozen? - inmediatamente su carita cambio por una tierna, parecía el gato con botas. Instintivamente sonreí.
-Claro princesa - me levante para poner la película, camine hasta la cama donde Jane ya estaba acostada.
Después de ver Frozen, pusimos La princesa y el sapo.
Estaban dando los créditos cuando unos golpes en la puerta me sobresaltaron. Gire mi rostro y descubrí que Jane se había quedado dormida, así que camine hasta la puerta.-¿Bella? - dijo Elena, un poco más y me hubiera pegado con la puerta - Lo lamento.
-No pasa nada Elena, ¿para que me buscabas?
-Bueno, Edward te esta esperando en su despacho.
-Claro, ¿me podrías guiar hasta ahí?
-Por supuesto, sígueme.
Apague la televisión y salí al pasillo.
Seguí a Elena, hablamos de cosas sin importancia, hasta que llegamos a un pasillo.-Es la puerta del fondo, tengo que irme a la cocina.
-Gracias - camine hasta aquella puerta color caoba, toque dos veces y escuche un adelante, así que abrí la puerta y entre, para cerrarla de nuevo.
Ahí estaba Edward detrás de su escritorio y con un montón de papeles en este.
-Siéntate Bella.
-Sr. Cullen...
-Por favor dime Edward, ya leí tu curriculum, pedí que el contrato para hoy, aquí está, tomate tu tiempo para leerlo.
Acepte los papeles y me puse a leerlos, todo estaba claro, así que firme.
-Ahora hay algunas cosas que debes saber, Jane solo ve a Victoria los martes y jueves, tendrás que acompañarlas, serás la única personas con la que Jane podrá salir de esta casa, si tu no vas, ella tampoco. Si necesitas salir, solo avísame, por supuesto seria mejor si te limitaras a salir cuando ella esta en la escuela o conmigo. Supongo que Elena ya te enseño tu habitación.
-Si.
-Este es el horario de Jane, Bella te estoy confiando mi vida, no me hagas arrepentirme.
-No lo haré.
-Ven, la cena ya debe de estar servida. - dijo Edward mientras se levantaba de la silla y caminaba hasta la puerta.
Juntos salimos de aquel despacho, la cena estuvo realmente deliciosa, cenamos solos, porque Jane estaba dormida y nadie quiso levantarla, la pequeña debía descansar un poco más.
-----------------------------
Me encontraba en la sala, Jane estaba pintando y yo me sumergí en mis pensamientos.
Hoy era martes, hoy tendría que volver a ver a Victoria.
Estos días habían sido increíbles, siempre estaba de un lado a otro, ya que Jane además de ir al colegio iba a sus clases de baile, los miércoles tenía clases de piano, y los lunes iba a clases de natación y dos horas de cada día era dedicadas a entrenar, pues estaba en una pequeña porra, así que también tenía que llevarla a los eventos, más las competencias de danza cada fin de semana.Por las noches le leía un cuento y esperaba a que se durmiera, después me iba a mi habitación y daba vueltas en la gran cama hasta que me quedaba dormida.
-Bella...
-Mande princesa.
-Me alegro de que me acompañes con mi mami, así no me aburriré.
-¿Aburrirte? ¿Por que lo dices?
-Porque mi mami nunca me hace caso, siempre esta con su teléfono.
-Oh...
-¿Crees que me quiera? - Jane estaba apunto de llorar y a mi se me encogió el corazón.
-Por supuesto que si, ella te ama mucho princesa.
-No parece - dijo mientras las lágrimas bañaban su hermosa carita.
-Bueno eso es porque - quite las lagrimas de su rostro y la acerque a mi para poder abrazarla, mientras intentaba encontrar las palabras que ella necesitaba escuchar - algunos padres no saben como demostrar su amor, tal vez ella solo da por hecho que sabes cuánto te ama.
-Tal vez...
La puerta de la casa fue abierta y desde la sala, Jane y yo pudimos "apreciar" el sonido de unos tacones.
-Buenas tar...
-Ahórratelo Elena, ¿donde esta mi hija?
Ugh la bruja ya llegó, Victoria empezó a caminar haciendo que sus tacones resonarán en el piso. Sus pasos se escuchaban cada vez más y más cerca.
-¿Y tu que haces aquí? Suelta a mi hija, esto es el colmo. ¿Cómo pueden permitir que la pequeña zorra de Edward, se acerque a mi hija?
-Discúlpeme, pero no voy a permitir que me ofenda de ese modo y mucho menos en frente de Jane.
-Las cosas por su nombre, querida. Siento si tu pequeño corazón se rompió, pero eso es lo que eres, la pequeña zorra en turno.
-Bella es mi niñera mami - Jane se acercó a Victoria para abrazarla y ella inmediatamente la aparto un poco, casi como si su tacto le quemara la piel.
-Lo que me faltaba, Jane vamos de una vez, si no se nos hará tarde. - Victoria empezó a taconear sus Jimmy Choo. Mientras Jane intentaba seguirle el paso.
Cuando las alcance, Victoria ya estaba en la puerta y se giró hacia mi.
-¿A dónde crees que vas?
-El Sr.Cullen a dicho que tenía que acompañar a la niña.
-Esto es el colmo. - dijo, realmente estaba enojada, camino hasta el coche y su chofer se apresuró a abrirle la puerta, después ayudo a Jane a subir y después subí yo. Poco después el coche arranco y Victoria ya estaba con su teléfono, como había dicho Jane.
A la bruja aun no se le pasaba el enojo, ¿pues adivinen que? A mi tampoco se me había pasado.
Sin duda seria una larga tarde...
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Les dejo la foto de la habitación de Jane :)
Ojalá les guste el capítulo <3
Prometo subir el siguiente lo más pronto posibles :)
ESTÁS LEYENDO
¿Casualidad o Destinó?
RomanceTal vez estaba previsto que yo. Isabella Swan cometiera traición. Sin embargó tengo dos opciones: traicionar a mi país y lo que soy, o traicionar a la pequeña que se robó mi corazón desde el momento en que la vi. Traicionar a su padre. Un hombre q...