Capítulo 4.

478 43 17
                                    

Yamaguchi Tadashi

"querida Yachi.
Siento decirte esto por medio de una carta, pero me gusta alguien, alguien que no espera nada de mí, alguien que me basta con estar a su lado, alguien que le confiaría mi vida si esto se pudiera hacer. Esa persona espera que tu me correspondas, por eso he aquí la proveniencia de este escrito.
Me gustaría cumplir con las expectativas de los demás, pero solo soy un chico que piensa con el corazón.
Te mando un abrazo, eres una gran manager.
Con cariño, Yamaguchi"

Nunca fui bueno escribiendo, pero supongo que el objetivo de la carta fue entendido, lo digo porque cuando llegué Yachi me abrazó, sin darme cuenta ella me transmitió todo el apoyo que estaba dispuesta a darme, ella probablemente era la única del lugar que me entendería, porque ella es igual que yo.

-tu secreto está a salvo- me sonríe.

Fue un alivio saber que era así, no esperaba que me entendiera, pero estoy feliz de saber que es así.

-te veo luego- Yachi se despide.

Estoy seguro que se volverá alguien importante en mi vida.

.
.
.

-¿que te ha dicho?- me pregunta curioso Tsukishima.

-nada, que no es correspondido pero que ella estará si necesito algo- veo la decepción en la cara de Kei.

-bueno, no te deprimas, pronto llegará alguien a tu vida- lo que no sabe es que para mí esa persona ya llegó.

-si...

Estábamos a fuera de la tienda de Ukai, comiendo algunos bocadillos, el viento era suave y se sentía la brisa de la noche.

Al día siguiente tendríamos un partido con Nekoman, iríamos en la mañana.

-bueno, yo me iré a descansar- le informo a Tsuki.

-si yo igual, ve con cuidado.

Cada quien siguió su camino, y cada vez que nos despediamos tenía miedo de que ya no lo volvería a ver. Por eso en mi mente tallaba todos sus detalles, su sonrisa, su pelo dorado, la nariz puntiaguda, y sus lentes que lo representan. Me gustaría llevar siempre esa imagen en mi mente, porque en mi corazón ya está plasmada.

.
.
.

Llegué a la escuela más temprano de lo común, me encantaban las mañanas como estas, el aire se sentía tan bien en mi piel y en mis pulmones. Tsuki estaba a mi lado viendo su teléfono recargado en la pared y yo le hacía compañía, no se veía nervioso pese a ser titular, en cambio yo si lo estaba y era banca.

-recuerden entregar sus permisos- exclama el profesor Ukai.

Hicimos fila fuera del bus que nos llevaría, y uno por uno entregamos la hoja y nos subíamos. Subí primero que Tsuki y cuando el entró le daba señas para que se sentara conmigo.

-¡aquí Tsuki!

-Tsuki por aquí- tanaka me copiá

-ven mi amor Tsuki te reservé el lugar- Nishinoya le sigue el juego.

Kei parecía avergonzado de que se burlaran, el me miró y me ignoró para después sentarse en otro lado.

Era triste.

No dejaba de pensar en otros escenarios donde el se dejara influenciar por la demás gente, a pesar de que involucrara mis sentimientos, y eso sea igual a lastimarme.

Tal vez lo mejor era dejar de depender de él, o tal vez lo mejor sería dejar de amarlo. ¿Pero como las personas dejan de amar? Ni si quiera me avisó cuando entró en mi corazón, como sería posible desalojarlo si ya se volvió vital en mi cuerpo.

Quisiera poder decirle lo que siento, pero me siento tan atado al simplemente sentirlo. Nunca creí que amar fuera tan doloroso.

Todo lo que pudimos ser. (Tsukishima x Yamaguchi) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora