Una vida sin ti

1. El comienzo

Frío.

Es todo lo que puedo sentir en estos momentos.

El frío que dejaste en mi desde aquel día en que te marchaste,  aquel día en que decidiste que yo no era suficiente para ti. 

Y solo puedo preguntarme si algún día seré capaz de llenar este vacío, de sentir lo que sentía cuando estaba contigo, de encontrar otros ojos que me vean como tu lo llegaste a hacer, que otras manos me acaricien con la delicadeza que las tuyas lo hacían.

Aún no logro entender porque te fuiste, y no sé si algún día lo sabré, pero por el momento lo único que me queda es recordar nuestra historia desde el comienzo...

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- Anda Jane di que sí!!! porfis porfis- Mi mejor amiga Sophie siempre busca cualquier fiesta en donde haya alcohol para arrasar con él (y puede llegar a ser muy persuasiva créanme)- sabes que no puedo ir sin ti, nuestro trato era ir juntas a todas las fiestas universitarias! no me puedes abandonar ahora.

-Sophie tengo examen mañana y sabes que al profesor Windstone no le agrado mucho, aún me falta mucho por estudiar- le digo mientras abro mis libros y empiezo a subrayar lo más importante.

Ella me quita los libros y los echa al otro lado de la habitación - Vamos Jane! que al profesor Windstone lo convenzo yo de pasarte con 10!- me dice guiñando un ojo - Sabes que no se puede resistir a esta hermosura.

Sophie tiene una increíble suerte con los hombres, podría conseguir al mismísimo Zac Efron si quisiera, es hermosa, con su cabello rubio y ojos color verde, un cuerpo perfecto y una actitud única, obvio siempre ha sido la chica popular de la escuela y la que todo hombre desearía tener. 

Yo... pues soy todo lo contrario, morena, de ojos cafés y cabello castaño, y con cuerpo totalmente desproporcionado, o al menos es lo que yo veo cada vez que me paro frente a un espejo, incluso diría que soy un poco patética, no sé porque Sophie se molestó en ser mi amiga, pero agradezco tanto que siga conmigo después de tantos años de amistad, es la única que me  me hace sentir bien.

-Sabes que no siempre me vas a convencer, no?- digo mientras me paro y tomo una toalla para ir a las duchas- Me daré una ducha rápido, en una hora y media estaré lista.

Ella chilla de la emoción y se para de inmediato para ir a su habitación a arreglarse.

-No te vas a arrepentir!! Los cuatro nos la pasaremos increíble!!

-¿Cómo que  "los cuatro", quien más irá?.. - pero es demasiado tarde porque ya se encerró en su habitación, ruedo los ojos y voy directamente a las duchas de la residencia.

Odio las duchas de la residencia, no hay ni una pizca de privacidad, lo único que separa mi cuerpo desnudo de cientos de ojos es una mísera cortina, una cortina que en cualquier momento puede desaparecer por culpa de alguna idiota que no tenga la decencia de preguntar primero si hay alguien dentro. Por suerte no hay nadie a estas horas y puedo disfrutar de un buen baño caliente yo sola. 

Después de 20 minutos en mi concierto privado con canciones de Taylor Swift salgo de la ducha y me envuelvo en la toalla

-Buena canción, ¿Cómo se llama la última?- Me volteo de golpe y aprieto mi agarre a la toalla, no puedo creer que esto esté pasando, típica escena cliché. 

-Creí que no había nadie - digo sonrojándome, no puedo evitarlo y escondo un poco la cara hasta que recuerdo en dónde estamos. 

-Estás en las duchas de las chicas y tú no tienes apariencia de ser mujer- frunzo el ceño y él chico delante de mi suelta una risita.

-Bueno, si... y?- dice cruzándose de brazos.

-¿¿Y??- Dios mío a este chico ni lo conozco y ya lo odio- Es una falta de respeto que estés aquí, qué tal que hubiera salido sin toalla!!

-Pues no me quejaría.

Okay, ya me sacó de mis casillas.

-Sabes qué? Quédate aquí solo, no me interesa- y comienzo a caminar pero me toma de la muñeca y me da la vuelta.

-No me dijiste tu nombre- esboza media sonrisa y de cerca puedo ver que tiene unos ojos muy bonitos.

NO Jane, concéntrate, es un imbécil cualquiera y pervertido que entra a las duchas de las chicas.

-No te interesa- me suelto de su agarre y camino a mi habitación.

Me encierro en mi habitación y me dejo caer en mi cama, noto que me sale una pequeña sonrisa por el encuentro previo con el chico misterioso, pero la borro al instante, menudo imbécil. Ojalá no lo vuelva a ver nunca.

Sophie interrumpe mis pensamientos cuando entra en mi habitación de golpe.

-Aún no estás lista?! Apresúrate que mi cita ya llegó por nosotras! y trae a un amigo con él, me aseguré que estuviera guapo.

-¿Qué?, Sophie no, no serías capaz de conseguirme una cita a ciegas! Sabes que no me gusta eso de salir con alguien que no conozco.

Sophie empieza a hacer un puchero y me pasa el outfit que ya había preparado para mí.

-Jane no seas aguafiestas, no es como que sea un pervertido, tranquila! todo saldrá bien y si no te caen bien nos podemos regresar en cualquier momento, ahora cámbiate ya que no queremos hacerlos esperar tanto tiempo.

Me cambio lo más rápido que puedo, tengo que admitir que Sophie tiene un muy buen gusto con la ropa, por algo estudia diseño de modas, me presta un top color negro y unos pantalones ajustados de cintura alta con unos tacones rosa fosforescente, no es mi estilo pero después de cinco minutos de discutir con Sophie no me queda de otra más que ir con ellos, me paso el cepillo unas cuantas veces hasta que mi cabello está lo suficientemente presentable, no me gusta mucho maquillarme, así que solo me enchino las pestañas y me pongo un poco de rímel.

-Bueno! ya vamos, nos están esperando en la entrada vamos - y me jalonea directo a la entrada de la residencia

Voy muy distraída en caminar bien y no tropezar con los tacones que no me doy cuenta cuando llegamos al coche

-Chicos les presento a mi amiga Jane, Jane, ellos son Mitchell y Chris - En cuanto levanto la mirada me sorprende ver al mismo chico que vi en las duchas. 

-Jane - me dice asintiendo con una mirada divertida y media sonrisa.

Genial. Lo que me faltaba. Que mi cita a ciegas resultara ser un pervertido. 

El pervertido de Chris.