Una vez más (Wonha)

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Eunha no puede creer que esté en el ascensor del edificio de Kim Sowon, dirigiéndose a su departamento.

Se quejó cuando Sowon sugirió reunirse allí, pero al final Sowon tenía razón —no es que Eunha le dijera eso—.

Un departamento es el mejor lugar para tener una reunión, privada y tranquila, y Eunha no estaba dispuesta a dejar entrar a Sowon en su casa.

El departamento de Sowon es precioso, espacioso, sacado de una revista.

—¿Usas siquiera esta cocina? —pregunta Eunha, notando las encimeras impecables.

—No, en realidad no —Sowon se ríe. Sirve dos vasos de agua y le da uno a Eunha.

Se trasladan a la sala de estar, donde Sowon ha instalado su computadora y un cuaderno, con algunas ideas ya anotadas. Se sientan en el sofá, manteniendo la distancia.

—¿Podemos empezar diciendo lo "patéticas" que son por tener su despedida de solteras juntas? —Sowon dice, sonando casi ofendida.

—Solo quieren una fiesta divertida, no las cosas habituales en este tipo de eventos.

Parece que Sowon solo puede sonreír cuando está con Eunha. La pone muy nerviosa.

—¿"Este tipo de eventos"? ¿Qué quieres decir?

—Bueno, con las strippers y... ¡ya sabes a qué me refiero!

Sowon echa la cabeza hacia atrás riendo, golpeando el hombro de Eunha.

—No creo que nadie haya pensado en conseguir una stripper.

Ella dice a través de su risa.

—Qué sé yo, ¿es posible que lo hayas hecho? —Eunha se defiende levantando los codos y tapándose las mejillas con las manos.

—¿Quieres que consiga unos?

—¡No!

—Está bien, está bien, lo siento. Eso es suficiente.

Sowon se calma y bebe su vaso de agua.

—¿Qué tenías en mente para la fiesta? Aparte de un str...

—¡Sowon!

El tiempo vuela para Sowon y Eunha. Una vez que Sowon deja de molestarla, entran en una dinámica de trabajo buena y organizada.

Tienen que acercarse para poder ver bien la pantalla, y ambas se aseguran de que se sepa cuánto odian acercarse.

Luego, hojean la lista de bares que Sowon buscó y se ponen de acuerdo en uno con bastante rapidez y sin discutir, lo cual es sorprendente por decir lo mínimo.

Entonces Eunha conecta un pendrive con un "PowerPoint" y Sowon se burla.

—Veo que todavía eres una gran nerd.

—Dice la estudiante de medicina —Eunha le da un codazo.

—Hay una diferencia entre ser inteligente y ser un nerd.

—Lo sé, yo soy el primero y tú el segundo.

Discutir con Sowon es tan familiar que Eunha no puede evitar sonreír.

Es divertido, y trae buenos recuerdos, de cuando se metía tanto con Sowon que su cara se ponía roja —por la ira, cree Eunha—.

Sin embargo, ahora tiene que esforzarse más con sus tiradas, porque la mayor parte del tiempo Sowon no tiene fases de silencio y siempre tiene un buen regreso a sus ataques.