Aterrizando en tu Corazón (MICHAENG)

29

—Chaeyoung, Chaeyoung...—Quiso tomarla de la mano, pero la coreana derramando lágrimas la empujó del pecho lanzando el teléfono a la cama.

—¿¡Por qué Rosé!?—Preguntó con dolor—Y-Yo jamás te hice nada malo para que me hicieras esto.—Dijo ahogándose en Sollozos

—Déjame explicarte el porqué tomé esa fotografía, ¿Si?—De nuevo otro intento por tocarla.

—¡Aléjate!—Ordenó retrocediendo—¡Eres lo peor! ¡No quiero volver a verte jamás!—Le gritó con la voz desgarrada antes de salir de la habitación posteriormente del apartamento. Rosé como loca buscó sus llaves por toda la habitación para ir tras ella. En cuanto salió del edificio pudo ver cómo su compatriota caminaba a toda prisa por la acera, entonces ella corrió lo más rápido que pudo para así alcanzarla.
—¡Chaeyoung espera!—Gritó a todo pulmón.—¡Chae!— Cuando la nombrada la escuchó y volteó a verla, no perdió tiempo y también corrió para escapar de ella. Así dio inició una persecución por las calles.
—Maldita sea Chaeyoung, ¿Por qué eres demasiado rapida siendo tan bajita?—Jadeante Rosé dijo mientras seguía corriendo tras ella—Debí-debí hacer más ejercicio.—Sus pulmones ardían y sus piernas empezaron a doler, pero no quiso detenerse hasta tener a Chaeyoung en sus manos y explicarle todo.—¡¡Chaeyoung!!—Volvió a gritarle mientras esquivaba a las personas que caminaban en dirección contraria.—¡¡Chae por favor, detente!!—Estaba segura que si no se detenían, ambas caerían al suelo desmayadas ya que no habían comido nada desde el día anterior, ademas la resaca no ayudaba.

A 20 metros al frente iba Chaeyoung apenas logrando respirar, sus piernas ya no daban más, su estómago dolía a causa del aire ingerido, su corazón latía más rápido de lo normal. Rosé con sus largas piernas avanzaba rápido, ella no quería oír sus palabras. Lo hecho estaba hecho. Rosé fue la causante de que Mina terminara con ella.

La estación del metro estaba cerca, lo supo cuando vio un letrero del otro extremo de la calle así que con imprudencia cruzó la ancha calle a toda prisa esperando perder a la chica que venía unos metros atrás.
—¡¡Chae!!—Escuchó su nombre por quinta y última, antes de que un fuerte pitido de auto junto a un rechinar de llantas y un golpe en seco ella escuchó a su espalda. La voz de Rosé desapareció. Ella se detuvo de golpe al imaginarse lo peor. Con lentitud Chaeyoung se dio vuelta encontrándose con una escena que hizo que la sangre subiera hasta su cabeza.
Rosé, la chica que la había estado persiguiendo varias cuadras atrás estaba tendida sobre el asfalto frente a un Mercedes gris. Los golpes y la sangre en los brazos de la rubia fueron evidentes de inmediato. Chayeoung se heló al ver a su compatriota tirada a un metro del auto.

—¡Rosé!—Chae corrió hasta ella cayendo de rodillas.

—Auch...—La rubia gimió de dolor cuando esta tomó su rostro entre sus manos.

—¿¡Son unas idiotas o que?!—Furioso el conductor del auto se bajó.—¿¡Como diablos se les ocurre cruzar una calle de esa manera!?—Les recriminó a ambas mientras veía como Chaeyoung ayudaba a Rosé a levantarse. Afortunadamente Rosé únicamente tuvo algunos golpes en los brazos y codos ya que el conductor frenó Justo a tiempo para no atropellarla con fuerza y eso fue gracias a que a lo lejos vio cruzar primero a Chaeyoung entonces hizo que bajara la velocidad.
(¿Se entendió? Bueno, como sea. Sigamos)

—¿Estás bien?—La cuestionó Chaeyoung revisando su cuerpo ignorando los gritos de reclamo del hombre que para ese momento ya se había subido a su auto dando marcha atrás e irse por el otro carril.

—No.—Respondió arqueando la espalda hacia atrás.—Me duele todo.—Se quejó haciendo muecas de dolor al ver sus codos ensangrentados.

—¿Como se te ocurre cruzar la calle de esa manera?—Regañó Chayeoung