DEVIL TOWN ━━ max mayfield

viii. mad world

—¿Seguro que era Dart? —preguntó Lucas a Dustin, mientras caminábamos en las riendas de nuevo.

—Si —le respondió Dustin—. Tenía la misma marca amarilla en el trasero.

—¿Le miraste el trasero? —bromeé.

—Ja, ja, que chistosa eres —Dustin dijo con sarcasmo.

—Hace dos días era diminuto —Max comentó.

—Ya pasó por tres mudas.

—¿''Modas''? —repitió Steve.

—Mudas —corrigió Dustin—. Dejó su piel para crecer como el gusano del tabaco.

—¿Cuándo volverá a mudar?

—Pronto, seguramente. Y entonces habrá alcanzado la madurez, o casi. Y sus amigos también.

—Si —continuó Steve—, y comerá más que gatos.

—Alto, ¿un gato? —exclamó Lucas haciendo que todos paráramos—. ¿Dart se comió un gato?

—No, ¿qué? No.

—¿De qué hablas? Se comió a Mews —Steve comentó, confuso.

—¿Quién es Mews? —preguntó Max.

—La gata de Dustin —mencione—. Espera, ¿Dart se comió a tu gata?

—A eso me refiero. ¡Yo lo sabía! ¡Lo escondiste! —soltó Lucas.

—¡No! —negó Dustin—. ¿No? ¡No! Yo... yo. Me extrañaba. Volvió a casa.

—¡Tonterías! —espetó Lucas.

—¡No sabía que era un Demogorgon!

—¿Así que ahora lo reconoces?

—¿A quién le importa? Tenemos que irnos —dijo Max.

—¡A mí sí me importa! —bramo Lucas—. ¡Pusiste en peligro al grupo! ¡Rompiste las reglas!

—¡Tú también! —le respondió Dustin.

—¿Qué?

—¡Le dijiste la verdad a una EXTRAÑA!

—¿A una extraña? —se ofendió Max acercándose a ellos.

—¡PAREN! —grite cuando todos habían empezado a pelear más y con las justas se podía escuchar lo que decían. Todos me miraron—. ¡No vinimos para pelear, ¿bien?! Vine para buscar a los putos demogorgones que me están jodiendo la vida. ¡Así que cállense Y METENSE LA PELEA POR DONDE LES QUEPA ANTES DE QUE YO...!

—¡Chicos! —exclamó Steve haciendo que volteamos a verlo, él empezó a acercarse a donde provenían ruidos. Los demás lo siguieron, a excepción de Max.

—No. ¿Por qué caminan hacia el sonido? —hablo Max, retrocedí y la agarré de la muñeca, acercándola a donde estábamos yendo todos.

—No lo veo —indicó Dustin cuando habíamos llegado a una colina.

Lucas sacó sus binoculares y los empezó a usar.

—Es el laboratorio —dijo él—. Estaban volviendo a su casa.

Caminamos hacia el lugar, llegamos al laboratorio. ¿Era mal momento para decir que mi padre trabajaba ahí? Solo sabía que era un doctor... o algo así. Nunca le había preguntado directamente a que se dedicaba.

—¿Quién anda ahí? —gritó alguien.

Sentí mi cuerpo echarse.

Me tense, y aún más cuando sentí la mano de Max rozar con la mía.