Prólogo

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La vida es un círculo que da vueltas y vueltas a nuestra existencia. No importa que tan discreto seas, alguien siempre en algún momento sabrá sobre tu existencia con solo una mirada.
 
Ojos…
 
Son los culpables de lo que siento ahora, tienen toda la culpa de que mi mirada no pueda dejar de observar todo de él. No debería de quedarme tan embelesada observándolo, pero es demasiado difícil cuando todo en él me llama a gritos. Sus hermosos ojos café, su cabellera oscura rizada, su sonrisa inocente podría robar el aliento de toda una población. Es tan increíblemente atractivo como para que la mayoría de las chicas suspiren por él, incluyéndome. Podría considerarse todo perfecto hasta que llegamos al hecho de que es increíblemente popular y curiosamente los rumores de este chico son bastante… peculiares.
 
Llevo atraída por este chico desde la primera vez que lo vi cruzar la puerta del aula y a pesar de que compartimos algunas materias nunca nos hemos dirigido la palabra, aunque si he escuchado algunos rumores de su grupo de amigos. Sin embargo, están algunos de ellos dispersos y no se les ha vistos a todos juntos… al menos no todavía. 
 
Pero, este sentimiento se siente tan extraordinario que no quisiera que se acabara nunca. Pero en esta vida suceden cosas que hacen poner a girar nuestro mundo. No contamos en lo chiquito y poderoso que puede ser el destino y yo me di cuenta de la forma más extraña del mundo.
 
Casi toda mi vida he sido una chica algo impulsiva, espero que esto no me traiga tantos problemas en el futuro, porque no sabría recoger todo el escombro que haga.

Nuestra Última VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora