Sentimientos Encontrados (Terminada)

capitulo 18

<<Narra Poché>>

Hoy era el día de la boda de mi hermano.
Estos últimos días había estado ayudando a mi hermano para acabar con los últimos preparativos de la boda. Mi hermano estaba muy feliz y se le notaba enseguida en la cara. Eso a mí me hacía estar muy contenta y la ilusión que él tenía, también me la contagiaba a mí.

Mi hermano salió temprano de casa junto a mi padre. Yo y mi madre nos quedamos en casa ya que habíamos quedado con Calle un poco más tarde y la boda no se celebraba hasta por la tarde.

Estaba en mi habitación, enfrente del espejo y acabando de prepararme, cuando mi madre entró.

-Vaya, que guapa se ha puesto mi hija... -
dijo acercándose a mí y mirándome por el reflejo del espejo. -¿Quieres impresionar a alguien en especial?

Rodé los ojos con una sonrisa en mis labios.

-Más o menos. - dije riendo. - Si le gusta
como voy, pues no me voy a quejar, la
verdad.

Mi madre rió y colocó sus manos en mis
hombros, después ayopó su cabeza en uno de ellos.

-Yo creo que le vas a gustar te pongas lo que te pongas, porque eres guapísima. - dijo mi madre dándome un beso en la mejilla. - No me extraña que Calle esté tan loca por ti.

Reí y negué con mi cabeza. Me volví a mirar en el espejo. Me había puesto un traje rojo, a juego con los tacones. Bajo la chaqueta del traje llevaba un bonito brallette negro. Me había recogido el pelo en una simple coleta y me había maquillado un poco. No sé si estaba perfecta del todo, pero solo me bastaba con que a Calle le gustara para que me pudiera sentir cómoda.

Me giré y miré a mi madre a los ojos.

-¿En serio tú crees que le gustará? Mi madre me acarició la mejilla y sonrió. -Claro, si le encantas.

-Mamá, no digas tonterías anda.

-Pero si no lo son, Mickey. Calle te quiere tanto como tú a ella, solo que no se lo quieren decir, y no entiendo el por qué. Espero que hoy sea un buen día para decirle lo que sientes.

-No se lo digo por el simple hecho de que si ella no siente lo mismo que yo, creo que nuestra amistad no sería la misma. Prefiero tenerla como amiga a no tenerla.

Mi madre rió, a lo que yo abrí los ojos y
después la fulminé con la mirada.

-¿¡Pero eres tonta o qué!? - rió. - Le gustas a Calle, ¿cuántas veces te lo tengo que repetir? Que se nota muchísimo, si no pregúntaselo a Sebas, ¡o incluso a Inés, que las ha visto juntas menos tiempo!

Abrí mi boca para decirle algo, sin embargo mi madre no me dejó porque me cogió del brazo y me sacó de mi habitación.

-¡Eh! ¡Pero que no he acabado! - grité.

-Estás perfecta, así que déjalo y vamos ya por Calle, que quiero ver tu reacción al verla.

Rodé los ojos y salimos por la puerta para después montarnos en el coche. Yo iba a sentarme en el asiento del copiloto, como siempre, pero mi madre no me dejó.