Una de la mañana; la luz se había ido, haciendo que cualquier sonido, por más pequeño que fuera, se oyera en toitico el barrio silencioso. Hyunjin no era muy sortario, la vida le había escupio' vecinos nada callados, nada pasibles. A su lado derecho, había un novenario, al que había asistido medio barrio, dado que conocían a la señora que había muerto, y como saben, en los novenarios, suelen rezar rosarios a según, para que el alma de aquella persona, descansara en paz y esa vaina. ¿Y qué resultaba de aquello? Pues que Hyunjin oyera murmullos repetitivos del Ave María.
Y Hyunjin se volteaba de lao' a lao' en su cama, tapándose la cara con la almohada.
"¿Cuántas pepas tiene el bendito Rosario? Joda, parecen grabadora repitiendo"
Debía pararse tempranito, porque tenía que ir a Cagua a intentar, por incontable vez, sacar el bendito, maldecido y tan necesitado, pasaporte. Y siendo él, de Tocorón, de ahí a Cagua, no es un camión de bolas, es la línea entera de camiones polleros de Purolomo, de bolas. Tenía que pararse a las cuatro y no había pegao' ni un solo pestañazo.
Y como si no fuera suficiente, si de un lao' rezaban, lo peor sucedía en la casa del lado izquierdo, dónde Hyunjin oyó unos susurros ahí de los vecinos y cuando acuerda...pUm pUm pUm, el espaldar de una cama, daba contra la pared repetidas veces, después daba más rápido y se oían murmullos de una tipa gimiendo cosas censurables para todo público.
—Santa María, madre de Dios, ruegaporandhswfhefujrh—lo rezaban tan rápido, que se perdía la pronunciación de las palabras.
—D-dale duro papi~
La gente no respeta, en serio.
Y lo peor, es que Hyunjin estaba en medio de eso. Pero prefería una y mil veces, oír rezos, que a sus vecinos tirando, y tras cinco minutos, que parecían eternos pa' él, se paró zarandeando las sábanas, arrecho, se llegó hasta la ventana que daba hacia los vecinos quesúos y tras aclararse la garganta, gritó:
—¡Mire vecino, será que puede mata' queso después, estoy tratando de dormir y al lao' están haciendo un novenario, respete! —El sonido paró y se oyeron las risitas de la mujer. —¡O no sé, póngale una almohada al espaldar! ¡O métale una media en la boca a la jeva suya, que gime bien feo!
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𝙴𝙻 𝙲𝙷𝙰𝙼𝙾 𝙳𝙴𝙻 𝚂𝙰𝙸𝙼𝙴 ;; 𝖼𝗁𝖺𝗇𝗀𝗃𝗂𝗇 𝗈𝗌.
FanfictionLa delgada línea entre odiar al puto SAIME y enamorarte de alguien que trabaja ahí. Si tú crees que has pasado roncha,por el sencillo hecho de salir al caótico mundo exterior venezolano,y que te pasen 34647 güevonadas antes de cumplir con tu destino...