Capítulo 3

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De pronto abrí los ojos exaltada, aquellos sólo había sido una pesadilla, ya eran las 3:00 pm así que bajé a revisar si mi familia ya había comido, cuando pasé por la sala vi a Andreas sentado en el sofá jugando mi videojuego favorito.

-Mm y como ¿por qué estás jugando Guitar Hero?- le pregunte

-Que tiene de malo, es un videojuego genial- respondió con una sonrisa

-Qm… te recuerdo que es mío

-Lo sé, y es tan raro, digo… se supone que debías de comprar uno de ponis, mariposas o algo así jajaja

-Bueno, ya sabes que a mí nunca me han gustado esas cosas, tal vez de niña las muñecas pero recuerda que no jugaba a que se iban de compras jajaja

-Sí jeje, bueno iba a pedírtelo pero note que te habías convertido en la bella durmiente 

-Jaja si no te preocupes, y ¿Dónde están Elena y Charlie?- pregunte extrañada

-Salieron a comprar, ya comieron y yo también sólo faltas tú, así que sírvete- dijo Andreas un poco preocupado por mí

Me dirigí a la cocina, me serviste y comencé a comer en el comedor sola, pero no me importó porque no dejaba de pensar en mi sueño, me preguntaba por qué Gaby me había dicho eso y quienes eran esos hombres que la acompañaban, de alguna manera era como si ya los hubiera visto en algún lugar, en especial al chico de estatura baja, definitivamente a él ya lo había visto en algún lugar, pero no recordaba, en donde, cuando, con quien o como, ya que a ninguno de los dos les vi el rostro.

En cuanto terminé, me dirigí a la sala, me senté en el sofá y comencé a jugar con Andreas Guitar Hero, la batalla era muy interesante pero a la vez predecible, yo pasabas tiempo jugando y practicando porque era mío, lo cual me hacía invencible ante cualquiera, era fácil ganar contra Andreas, pero en ocasiones lo dejaba ganar para evitar que se sintiera mal, pero si comenzaba a presumir intentando burlarse de mi, en la siguiente batalla lo hacías trizas.

-¿Por qué no continuamos en la habitación de juegos?- le pregunté a Andreas. 

Cuando asignaron las habitaciones quedaron dos sin ocuparse, una sería la de huéspedes y la otra sería para nosotros, teníamos un reproductor de música, una gran variedad de películas, un PlayStation 2 con los videojuegos a lado y una pantalla de 32 pulgadas.

-Porque no, me gusta más estar aquí, hay más luz- respondió Andreas un poco nervioso

- Ah sí, se me olvidaba tu novia te observa por la ventana jajaja- dije burlona

Pues enfrente se encontraba otra casa, en donde vivía una niña con sus padres, él problema era que, debido a que estaba enamorada de Andreas se la pasaba acosándolo día y noche, hasta que Elena y Charlie hablaron con sus padre, pero eso no le impedía espiarlo a través de la ventana.

-No es mi novia- dijo Andreas enfadado

-Pues debería, ella es muy bonita, buena persona y además creo que es ovio que le gustas jajaja

-Pero me asusta- dijo con una cara de inocente 

-Jajaja no seas llorón, admito que parece algo loca, pero es inofensiva jajaja

-Habla por ti misma, tú no has recibido miles de mensajes pidiéndote una cita, o dándote los buenos días y noches, aparte de felicitarte hasta porque llegaste temprano a la casa después de una fiesta- dijo preocupado

-Mm cierto ok, jajaja tal vez se calmaría si accedieras a la cita o si le agradecieras por los mensajes 

Los dos nos la pasamos jugando toda la tarde hasta que nos dimos cuenta que ya era noche, queríamos continuar pero nos cansamos de presionar los botones así que encendimos la televisión de la sala y comenzamos a ver una película, después nos dio mucho sueño así que la apagamos, subimos las escaleras y nos fuimos a nuestras habitaciones para dormir, y como mis padres llegaron tarde ya no los vi en la noche, pero no me preocupé porque ya eran muy grandecitos como para saber cuidarse solos y además conociéndolos seguro se toparon con alguien y se quedaron platicando. 


Al día siguiente me levante y comencé a dibujar a Georg, mi viejo amigo, había pasado dos años sin poder hablar con él desde que se mudó, aún tenía recuerdos de nosotros juntos cuando teníamos nueve años, lo recordaba como el chico gracioso, divertido y educado que siempre fue, su cabello castaño corto, muy corto, su piel clara, y su típica mirada de inocente por la edad. 

Pero eso cambio cuando entramos a la secundaria, seguía igual, pero con un estilo diferente, ya que el cabello lo tenía un poco largo, recuerdo su cabello más castaño, le llegaba al cuello, con una división que le hacía una especie de flequillo de lado derecho, por alguna razón le prestaba mucha atención cuando hablaba, ya que me gustaban sus labios, carnosos, curveados con gracia, de un tono rosado y sus hermosos ojos verdes.

Pero esta vez su mirada había cambiado, pues ya habíamos crecido y su mirada ya no era tan inocente, pero sí muy hermosa, lo dibujé de esa manera pero a blanco y negro, lo extrañaba mucho, él era la única persona que sabía exactamente como era, porque, lo entendía y me apoyaba.

Rosa De Vida - By: RubiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora