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«Me estoy aferrando a cada pedazo de fe
Mi mente fracturada nos ayuda a crear
Un poco de tiempo, pero no dejes que se desperdicie no puedo huir»
✃- - - - - - - - - - - - - -- - - - - - - - - - - -Y Namjoon en el momento que lo vio, se propuso saber más acerca de él. Entender muchas cosas que a simple vista no entendía; quería saber que ocultaba tras esos ojos forjados con mil candados y saber que significaban tantos tatuajes cubriendo su cuerpo. Quería entenderlo. Quería saber más. Quería estar seguro de que no se iba a equivocar con él.
Asistía a una escuela secundaria que estaba un poco alejada de la ciudad de Holmes Chapel. No sé sorprendió al verlo solo en los recreos, pero había mantenido hasta último momento la esperanza de que alguien tomara asiento a su lado o que él hubiera hecho más que solo darle un par de miradas a las porristas, pero todos parecían pasar de él o sencillamente lo notaban, pero no sabían cómo acercársele.
Al salir lo siguió hasta su humilde morada, dónde, por lo que había visto, vivía con su madre.
Su madre, Shin Hye —Sabía esto porque lo había oído llamarla por su nombre —Era contraria a él. Tenía un aspecto angelical que la hacía aparentar menos edad de la que debía tener. Tenía los ojos verdes tal cual su hijo y podía reconocer gestos de él en ella. Lo recibió con un abrazo y los ojos de su hijo parecían cobrar vida cuando la veía. Era una familia rota, pero con amor que sobraba y les bastaba.
Pero la identidad del de ojos verdes seguía siendo un misterio.
El de ojos verdes pasó su tarde escuchando Aerials de System of a Down a todo volumen. Descubrió en él una especial adoración por molestar a sus vecinos porque sin importar cuantas veces se habían ido a quejar, nunca bajó el volumen.
Al llegar el anochecer, salió vistiendo casual y esta vez, se había recogido el cabello para no sé tan notado. No le dio explicaciones a su madre de a dónde iba, y ella parecía lucir cansada de no obtener respuesta, pero sus brazos lo aferraron más tiempo del necesario cuando lo abrazó y le dijo cosas que no escuchó, pero su hijo le sonrió de forma pequeña y se fue luego de dejar un beso en su frente.
Lo siguió por mucho tiempo. El de ojos verdes caminaba a pasos ligeros y cabizbajo; se movía entre las sombras y parecía un perfecto maestro del escape. Llegaron a la zona baja de la ciudad donde no tuvo la necesidad de ocultarse; ahí nadie conocía a nadie y les importaba muy poco saber si había o no sangre en sus manos. Ahí, Namjoon solo era otro de tantos con pasados negros.
Ajeno a Namjoon, el de ojos verdes siguió caminando y empujando sin cuidado a las prostitutas que se le ofrecían sin descaro alguno.
Se quedó afuera esperando por él cuando entró a una casa que, según rumoreaba, estaba ocultó el líder del mercado negro y no pudo evitar preguntarse qué demonios hacía ahí. Prefirió ignorar los comentarios acerca de él y ver con sus propios ojos —Y por dentro rezar que no fuera cierto —Si trabajaba en ese negocio.
Salió media hora después con la mirada todavía baja. Parecía no querer estar ahí, pero según veía no tenía remedio. No escuchó comentarios alguno cuando él salió, pero las miradas seguían dirigidas a él.
No sabía a dónde se dirigía, pero Namjoon comenzó a seguirlo sin importarle que tan lejos pensaba ir.
Lo vio entrar en callejón oscuro. Cinco personas lo esperaban, pero por la poca luz que había no pudo distinguir sus rostros.
—Que puntual. —Dijo uno de los muchachos que, por sus sombras, vio que era el más alto de los cinco, incluso un poco más alto que el de ojos verdes.
—He venido por lo que nos debes. —Hablo el ojo verde claramente no intimidado por el otro muchacho que era mucho más alto y parecía estar más horas en el gimnasio que él
—No lo tengo, ni tampoco pienso dártelo. —Contestó con altanería.
—Entonces, supongo que sabes lo que está por pasar ¿verdad? —Preguntó el de ojos verdes girando su cuello de un lado al otro.
—¿Tú y cuantos más van a detenerme?
—Yo solo.
Había que reconocer que el muchacho tenía perseverancia. Recibía golpes de todos lados, y cuando parecía estar por perder la batalla se mantenía de pie y seguía peleando. Logró noquear a tres, pero los otros dos seguían con sus golpes y el de ojos verdes parecía cansado y a punto de rendirse.
Uno sacó un puñal y sin pensarlo dos veces, arremetió contra el de rizos contándole el pómulo derecho.
Minutos más tarde se unió otro tipo al que identificó como Choi Taejoon el bueno para nada que vendía marihuana en las escuelas públicas allá en Doncaster, pero por lo que había oído, no hacía mucho había entrado en el mercado negro.
—¿Estás bien? —Le preguntó Taejoon al rizado, y ese asintió limpiando la sangre de su pómulo. A Namjoon no le sorprendió en lo más mínimo saber que él se conocían. —Has venido a cobrar la deuda ¿no es así?
—Él asintió. —No tenía el dinero.
—¿Qué es lo que le vendimos?
—Un hígado. —Dijo —Siete mil quinientos.
—¿Lo ha usado él verdad?
—El ojiverde negó. —Lo pidió para su padre, tenía cirrosis creo, no lo sé. Estaba desesperado.
—Bien, pues si no pago, debe devolver la mercancía.
El rizado observó con los ojos bien abiertos cuando Taejoon sacó una navaja y abrió el estómago del muchacho. Nunca había visto como era que se obtenía la 'mercancía' era algo que a él sinceramente no le importaba. Él solo se ocupaba de cobrar deudas y ya.
—Bien creo q…
Las sirenas de la policía no dejaron terminar de hablar a Taejoon.
—¡Corre, corre! —Gritó Taejoon entregándole el hígado que ahora yacía en una bolsa plástica. —¡Que corras joder!
Y así el de ojos verdes corrió con el hígado en las manos mientras que Taejoon se fugaba hacia otro lado.
Aunque le daba asco, era mucho más fuerte el miedo que sentía de ser atrapado. Corrió empujando a algunas personas, corrió sin importarle el dolor que le acalambraba las piernas. Pensó en Shi Hye, solo en ella, porque todo lo hacía en su nombre.
Hubo un punto en que Namjoon lo perdió de vista. Decidió mejor, esperarlo en su casa. Tarde o temprano, iría.
Por otro lado, él ya se encontraba varias calles lejos de los policías. Con el corazón zumbándole en el pecho, se metió en el primer callejón que encontró y vómito.
Estuvo unos momentos en el callejón hasta que su respiración se calmó y siguió su camino hacia la zona roja de Holmes Chapel.
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Horas más tarde, regresó a su casa. Namjoon dejó salir —Inconscientemente —Un suspiro de alivio al verlo llegar.
Eran cerca de las una de la madrugada, sacó una llave debajo del tapete que había al final de la puerta y abrió está.
Namjoon no pudo ver más, ya que la puerta había sido cerrada.
Luego escucho los gritos de reprimenda de Shin Hye hacía Jimin.
Por fin, le sabía el nombre.
Pensó una vez más en Jungkook, estando casi seguro de que Jungkook era todo lo que Jimin no era. Todo lo que Jimin no conocía. Jungkook sencillamente era todo para Jimin.
Y quizás, tenía razón...
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🎋Gracias por leer.
🎋Moonmxsun
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↱⋆Durmiendo Con El Enemigo⋆↲ JIKOOK 「Adaptación」
Fanfiction⌠ •❅──────✧✦✧──────❅• ⌡ Jimin y jungkook son sometidos al encierro donde el paciente psiquiátrico Kim Namjoon mantuvo prisioneros a sus víctimas antes de matarlas por 'no enamorarse' Jimin y Jungkook tiene seis meses para enamorarse antes de tener...