✨Vida✨

1

El día estaba triste.
El cielo llora.
Ella, Catita, como me gustaba llamar a mi hermana.

Me había levantado de una siesta que más bien se convirtió en una pesadilla, el recuerdo de mi hermana muerta en la bañera, el agua estaba teñida de sangre.
Sangre.
Mucha sangre.

—Bonita— mi madre me veía un poco nerviosa —tranquila, ya pasó— sus brazos me rodearon con un cálido abrazo.

—Aún duele— susurre —la extraño mucho...

—Ya tengo que irme— evitó el tema —tengo que ir con mi psicólogo

—Suerte mami— salí con ella.

El departamento estaba un poco oscura, no había alegría. Desde su partida dejó de haber alegrías en esta "familia".

💖Bonitas y Armadas💖
Anya🌸: Chicas estoy aburrida, que hacemos hoy?

Alex💋: Tarde de películas en casa de ángeles?

Hoy no puedo chicas, quiero salir a tomar aire un poco😕

Alex💋: ángeles, está lloviendo🙄 seguramente estés triste así que iremos a tu depa.

¿Para que piden mi opinión si de todas maneras no me harán caso?😑 Las espero, traigan comida.😂

Anya🌸: Hoy no puedo salir del depa, tengo que cuidar a la niña de la vecina😔😠.

El timbre sonó, mire por la rendija de la puerta y era un chico. ¿Quien es él?
—¿Hola?— abrí la puerta y no estaba el chico.

En el suelo había una pequeña nota de color verde. "Sigo en la espera de tu número"

—¿Qué es?— alex preguntó mientras llegaba frente a mi puerta.

—Al parecer un chico dejó ésto aquí, ni idea de quien sea— le di paso a que entrara.

—Hoy se me antoja ver una peli de terror, ¿cuál tienes en mente?— se tiró en el sofá.

🌻

El autobus estaba demorando más de lo normal hoy llegaría tarde a la escuela, otro día más en retención.

Había un chico actuando bastante raro y decidí alejarme un poco de él pero cada vez más se acercaba a mi y me hacía sentir más incómoda. En un acto rápido el chico se acercó a mí pero otro mucho más alto evitó su cercanía.

Espalda ancha, mucho más alto que yo, chaqueta negra de cuero, piel casi pálida.

—Fuera de aquí— su ronca voz hizo estremecer mi cuerpo.

Miré a un lado y el otro chico se había ido casi corriendo. —¿gracias?— dudosa hablé, el chico sin mirarme siguió su camino ignorando mis palabras por completo. El autobús llegó al instante y me subí en él rápidamente.

¿Dónde estaba el chico?
¿En qué momento había llegado?
¿Porqué lo hizo?
¿El otro chico me haría daño?

¡Oh no! Me había pasado la parada por estar tan distraída pensando en lo que me ocurrió por la mañana, ese chico me había dejado mas tonta de lo que ya era diario.

Los portones se estaban cerrando y yo corría por mi vida, sabía que había llegado tarde pero si me quedaba fuera del colegio seria una suspensión, y no quería escuchar los sermones telefónicos de mi padre. 

La vida claramente me odiaba y jamás estaría a mi favor eso estaba muy claro ya. El portón se había cerrado, maldije internamente y detuve mi paso, iba a regresar a mi casa para evitar todo el papeleo y solo le diré a mi madre lo sucedido, aunque, ella no diría nada nomas que la típica frase de que estaba mal y que no se repitiera pero se lo informaría a mi padre y ahí venia todo el drama y la pelea de siempre.

Mis padres pretenden que soy mi hermana y quieren manejar mi vida para acoplarla como la llevaba ella, si tan solo supieran que posiblemente por esa razón ella ya no está con nosotros.

Una fuerte mano toma mi brazo y me hace caminar, me volteo a ver y es el mismo chico de hace unos 20 minutos. Ahora si puedo ver bien su rostro, ojos verde aceituna, lentes, flequillo, muy bonitos labios, lunar pronunciado cerca de sus gruesos labios.

—Voy a distraer al portero y entraras detrás de mi, tratare de cubrirte así entras con mas facilidad— me mira fijamente —luego de que entras, corre hasta tu clase no te dará tiempo de llegar a los casilleros— se giró.

Estaba perpleja. —¿Por qué me estas ayudando? — solté.

A veces  tengo el don de soltar mis pensamientos sin darme cuenta y este momento era uno de ellos. Nuevamente me ignoro y me pasó por detrás de él, seguimos caminando hasta llegar con el portero, tenia la sensación de que todo iba a salir mal y que estaría en mas problemas de los que ya tenia. 

—Vélez, hoy no pasará de nuevo— el chico reposó sobre el portón —dijiste ayer que si llegarías hoy a tiempo, te advertí que no te dejaría entrar 

Levemente fue abriendo el portón —Ya sabes, problemas de siempre— se acercó un poco mas al señor abriendo un poco mas el portón dejándome con la posibilidad de entrar, aproveché el momento y discretamente entré, ya luego de estar por completo adentro corrí hasta mi aula de clase.

Y nuevamente ese chico me había salvado en el día de hoy pero desafortunadamente, esta vez, no le había agradecido por salvar esta pobre alma pero estaba dispuesta averiguar quien era para darle las gracias y preguntar porque lo hizo.