Sweet dreams are made of this
Who am I to disagree?
I travel the world
And the seven seas,
Everybody's looking for something.Some of them want to use you
Some of them want to get used by you
Some of them want to abuse you
Some of them want to be abused.
Eurythmics - Sweet dreamsPrólogo: Un sueño
Desde lo alto, la ciudad de El Cairo parecía una maraña de luces blancas y amarillas que emitía, además, sonidos de bocinas enfurecidas que eran atenuadas por la distancia. Sin embargo, el joven de uniforme verde no contemplaba esa estampa; él observaba como una figura humanoide volaba alrededor suyo, formando una red amplia entre varios techos y cúpulas de edificios. Era una barrera protectora para localizar al enemigo. Sonrió cuando vio que su aliado había terminado y murmuró:
–Perfecto. Terminemos con esto de una buena vez. –Sintió la brisa nocturna jugar con su flequillo rojo y ondulado, mientras que se desprendía de sus anteojos oscuros. Era raro que aunque era de noche, la poca luz que había le lastimaba los ojos, pero no importaba, sabía que estaba ahí para cumplir su misión y nada más. Su lealtad le impedía huir o hacer alguna otra cosa.
A esas alturas, se había dicho poco antes, no se arrepentiría de nada.
De manera repentina, notó como una parte de la barrera protectora se encendió en llamas.
–Aquí viene... –Se dijo, mientras se encendían la barrera a menor distancia de él. Escuchó como el intruso –Un hombre rubio y fornido, vestido con una combinación de amarillo, verde y negro –gritó intrigado:
–¿¡Qué es esto?!
–Una barrera de energía, –explicó. –se encenderá en llamas si llegas a tocarla. Puede detectar todo movimiento que tú o The World hagan en un campo de 20 metros a la redonda. –Tomó aire y gritó con decisión: --¡Toma esto, Dio! ¡Emerald Splash!
Decenas o tal vez cientos de esmeraldas se dirigieron hacia el rubio tan veloces como bólidos. Su adversario sonrió y dijo:
–¡Idiota! –Ahogó una risa. –Te mostraré por qué el poder de The World es el más grande en todo el mundo. –Delante de él, apareció un ente humanoide que parecía vestir una especie de armadura amarilla, usando un yelmo que cubría su cabeza. –THE WORLD!!
No supo cómo, pero el pelirrojo se descubrió a si mismo tratando de mantener el equilibrio mientras que una torre de un edificio cercano se derrumbaba, pero el dolor en su abdomen se lo impedía. Pensó ver a Dio frente a él en una milésima parte de segundo, sin embargo salió disparado hacia atrás a una velocidad impresionante. Su camino fue detenido por algo metálico y hueco, probablemente un tanque vacío. Intentó levantarse, pero el dolor de la caída y sobretodo, de su abdomen, le impedían moverse siquiera. ¿Qué había pasado? Tenía todas las posibilidades de derrotar a Dio... ¿por qué? Cruzó por su mente la posibilidad de morir ahí mismo, tan alejado de su familia, de su madre tan trabajadora y de su padre tan protector... seguramente ya estaban dormidos, sin imaginar que su hijo agonizaba en El Cairo.
Se percató de la sangre escurriendo por el tanque, mientras un terrible sopor invadía su ser. De verdad moriría ahí, sin saber por qué Dio se movía tan rápido, porqué parecía que Dio congelaba...
UN MOMENTO. DIO CONGELABA EL TIEMPO.
Hizo un último esfuerzo para hacer acopio de sus energías restantes y pedir a Hierophant Green que arrojara un Emerald Splash hacia el reloj de una torre conjunta.
El último.
El último Emerald Splash.
La vista de Kakyoin se nubló y esperó que Joseph notara el mensaje, que le dijera a todos el secreto de Dio, que lo derrotasen de una vez por todas.
Sin embargo, su último pensamiento estuvo dedicado a la persona que le había salvado el pellejo en ese viaje a El Cairo, un joven estoico y moreno, vestido siempre con uniforme escolar negro.
Se dibujó su rostro en su memoria, mirándolo fijamente con sus ojos verdes y fríos.
Esa persona... era...
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Sweet dreams (are made of this) -Jojo's bizarre adventure-
Fanfiction¿Serán los sueños manifestaciones de deseos reprimidos o ecos de vidas anteriores? Cada noche, Kakyoin Noriaki tiene pesadillas tan reales como para hacerle creer que alguna vez vivió lo soñado; al despertar, el tedio y la rutina le hacen pensar qu...