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Un pequeño doncel, se encontraba en la cocina de su hogar, la estufa estaba prendida con una olla encima, de ella salía un agradable olor mientras que él, se mantenía cortando algunos vegetales.

Un pequeño niño, de unos tiernos 6 años, con ojos felinos, mejillas regorditas, piel blanca tal cual porcelana y de unos labios gruesos, corría desde la sala hasta la cocina, tenía una pequeña duda y confiaba en que su papá le ayudaría a calmar esa pequeña duda.

-Papi - llamó la atención del doncel castaño, quien se dio la vuelta para atender el llamado de su pequeño hijo- ¿cómo conocistes a mi papá? - fue la pregunta que hizo, su duda empezó cuando en la tele, mencionaron la historia de un pareja, él creía que su papá y su papi eran una, y quería saber cuál era la historia de sus seres mas amados.

-¿Quieres que te cuente? - preguntó el doncel un poco desconcertado, no esperaba aquella pregunta, y mucho menos pensó en que su hijo sintiera curiosidad sobre eso, más no se iba a negar a contar de que manera conoció al padre de su hijo. El pequeño asintió sin titubeos, entonces se sentó en la silla que había más cercana a la pequeña mesa, viendo como su papi tapaba la olla y bajaba un poco la llama de la estufa, para después acercarse y tomar asiento frente a su hijo -Entonces te contaré- fue la respuesta.

-No es nada sumamente interesante, pero - empezó su relato, mirando directamente a los ojos de su hijo - yo iba a la universidad cuando conocí a tu padre, él era un chico sumamente alegre y amable, al principio lo odié porque me parecía un patán, pero con el tiempo le tomé cariño y pues... empezamos una relación.

-¡Uff! Que aburrido- dijo el pequeño en queja, pues creía que iba a ser como una pelicula, su padre rió por la mueca de disgusto que había en su progenitor y dijo:

-Sí, sumamente aburrido, pero - hizo una pequeña pausa, dejando a su hijo en intriga - cuando empezamos a salir todo se volvió interesante.

-¿Por qué? - preguntó el pequeño, sus ojos brillaban de curiosidad, y su padre añoraba saciarla.

-Tu padre empezó a prometerme muchas cosas.

-¿Cómo la luna? - preguntó extrañado, su padre volvió a reír y dijo.

-No, no eran cosas así... su primera promesa fue, que cada vez que me viera sus ojos brillarian.

-¡Wow!.. ¿enserio? - Su padre asintió con una sonrisa por lo tierno que era su hijo - ¿Así como el clik?

-Si. Mi amor, así como el clik - respondió recordando esa película que su hijo tanto amaba.

-¿Y lo cumplió?...

...

-¿Entonces si aceptas ser mi novio?- preguntó un agitado rubio, de nombre Jimin.

-Si jimin, acepto ser tu novio - dijo Yoongi, con sus mejillas sonrojadas, pues aquél que le gustaba, no tuvo mejor idea que declararse en la mitad de la calle, parando el tránsito, llamando la atención de aquél amet que casi lo apresaba, y haciendo que aquellos que pasaban, se detuvieran y les mirasen.

-¡DIJO QUE SI! -gritó el rubio eufórico, su corazón parecía hacer lo mismo que las demás personas, osea aplaudir, porque los sentía chocar contra su pecho, en un grato baile de alegria, acercándose al castaño y tomandole de la cintura, plantó un dulce beso en los belfos contrarios, no era un beso apresurado, no era un beso con lujiria, era tan solo un beso elegantemente cariñoso, intentando mostrar sus sentimientos al compás de sus propios labios, siendo correspondido por aquél castaño que lo traía loco.

Promesas °Jimsu°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora