BEGGING • Pierre Gasly

006.

22 de septiembre de 2018.
Lyon, Francia.

— Estás hermosa. — me dice Jared a través de la pantalla y yo dejo de delinear mi ojo durante un segundo para sonreírle y negar.

— ¿Ah sí? ¿Con un ojo a medio delinear y el cabello hecho un desastre? ¿En la bata de la abuela de Anthoine? — pregunto con simpatía.

Escucho su risa y sonrío una vez más. — Siempre estás hermosa, Thyl, no importa lo que tengas puesto o si estás a medio maquillar.

Había acordado hacer una videollamada con Jared por la tarde, pero gracias al problema en el lugar donde compré el regalo de Anthoine se me hizo tarde y por eso es que lo llamé luego de bañarme. Y él, como todo un santo, me conversa y entretiene mientras yo me alisto para la fiesta. Me encantaría que estuviera aquí, y ni hablar de cuánto me encantaría que viviéramos al menos en el mismo continente, pero la vida es cruel y él tiene que terminar sus estudios de medicina en Princeton. Aquella vez, cuando nos conocimos, solo estaba visitando a su hermano en París, se quedó durante dos semanas y las pasamos juntos, realmente construimos un buen vínculo pero sé que la distancia será muy complicada.

Varios minutos después ya tengo el maquillaje perfecto, el pelo arreglado y el vestido ajustándose a mi cuerpo, solo me faltan los zapatos para estar lista pero esos me los pondré antes de irnos.

— Wow, no tengo palabras. — murmura Jared mirándome con atención. — Por favor tomate muchas fotos y publicalas en todos lados, ¡debes presumir esa belleza, mujer!

Sonrío sin poder evitarlo. — Obvio que lo haré, me siento demasiado sexy en este vestido como para no hacerlo.

— Y mierda que sí lo estás. — asiente estando de acuerdo. Menos de dos segundos después golpean dos veces mi puerta.

— Pasa, An. — indico sin necesidad de abrir. Solo estamos los dos en su departamento así que no puede ser nadie más.

La puerta se abre y, efectivamente, la figura de uno de mis amigos más cercanos vistiendo pantalón de vestir y camisa aparece frente a mí.

— ¡Pero qué bonito estás! — exclamo acercándome a abrazarlo, y entonces recuerdo a Jared. — ¡Oh! ¡Ven! Quiero presentarte a alguien.

Tomo su mano para guiarlo hacia el escritorio de la habitación donde estaba mi teléfono.

— ¿Cómo metiste a alguien a tu cuarto sin que me de cuenta? — me pregunta muy confundido haciéndome reír, y su confusión crece aún más cuando escucha la risa de Jared.

— Anthoine, este es Jared, el chico del que te hablé. — tomo mi celular para apuntar a mi amigo y este agudiza su vista hacia el americano. — Jared te presento a Anthoine, uno de mis amigos más cercanos. — ambos se saludan con una sonrisa antes de que Anthoine me arrebate mi teléfono.

— Tengo que hablar un par de cosas con el yankee, tú ponte los zapatos y luego baja que ya nos vamos. — dice mientras camina hacia la puerta. Antes de salir se gira hacia mí sonriente. — Estás hermosa, por cierto.

An sale de la habitación con mi celular en mano y no puedo evitar reír al pensar en él cuestionario que probablemente le hará al pobre Jared.

—

— Ya dime qué le dijiste, tonto. — pido una vez más y la respuesta vuelve a ser una risa por parte de mi amigo.